El síndrome del avión, peninsulitis o visitanfobia. Algún especialista debería calificar la enfermedad que padece la UD Las Palmas cada vez que juega lejos del Estadio de Gran Canaria. En cuanto sale de la Isla, de manera sistemática, automáticamente, la UD cambia de cara. Un apagón de resultados que chirría.
Y es que el equipo amarillo es un invitado demasiado grato, de esos que salen muy baratos al anfitrión. Porque la UD Las Palmas es el segundo equipo que menos puntos ha sumado lejos de su estadio en toda la temporada. Con sólo seis puntos en este curso lejos de la Isla en 15 partidos, el conjunto amarillo se coloca en el penúltimo vagón de la clasificación como visitante. Sólo el Granada, decimonoveno en la tabla de LaLiga, con cuatro puntos como visitante -en 16 partidos-, es peor lejos de su ciudad que la UD Las Palmas.
Los de Quique Setién sólo han sumado una victoria -ante el Valencia en la primera jornada de la competición- y tres empates -frente a Osasuna, Alavés y Real Madrid-; el resto, once derrotas. Un peaje demasiado caro para un equipo como la UD, que por su contra se ha mostrado regular en Siete Palmas.
La sangría de goles que ha recibido como visitante corresponde también con su pobre botín. Con 37 goles lejos del Gran Canaria, sólo está superado en esa casilla por el Granada, el peor equipo cuando se pone la equipación de visitante.
Goles sin rentabilidad
Uno de los datos que se extraen de esa clasificación es que la UD Las Palmas no ha logrado sacar toda la rentabilidad posible a sus goles por la Península. Con 19 goles a favor, los amarillos no están dentro de los equipos con menos tino más allá de los límites de su campo. Pero amortizar esos tantos es la gran tarea pendiente de la UD. Un aspecto que dominan a la perfección otros equipos de LaLiga.
Por ejemplo, el Alavés ha marcado 16 goles lejos de Mendizorroza, pero ha sumado 21 puntos; el Espanyol ha anotado 15 tantos, pero ha conseguido 17 puntos; el Athletic Club ha metido 12 goles y suma 14 puntos fuera; el Leganés ha metido otros 12 goles y suma 13 puntos. La pérdida de peso del gol lejos de la Isla para la UD es evidente.
En las dos últimas salidas del conjunto grancanario el equipo volvió a casa con seis goles en contra en 180 minutos. Setién experimentó con un centro del campo más duro en Eibar e introdujo a Ángel Montoro para acompañar a Roque en el centro del campo. Repetir ese plan en San Mamés es una opción viable para intentar meter cemento y reforzar la retaguardia desde la medular.
Todo en el fortín del Athletic Club de Bilbao, una definición que no es un tópico en este caso. Porque el cuadro amarillo visitará el próximo viernes (19.45 horas, Gol TV) a uno de los mejores locales de la competición. De hecho, sólo el Real Madrid puede presumir de tener mejor sellado el casillero de puntos de su estadio. Con 36 puntos como local, el Athletic Club es el segundo equipo que más puntos ha logrado en su casa, empatado con el FC Barcelona y el Sevilla, seguido de cerca por el Atlético de Madrid (35) y a sólo cuatro de la UD Las Palmas (32).
El Athletic Club de Bilbao, como local, ha ganado once partidos, empatado tres -contra Osasuna, Alavés y Atlético de Madrid- y perdido sólo dos -frente al FC Barcelona y el Real Madrid-. El partido en San Mamés será toda una prueda de fuego para medir si el equipo de Setién tiene reacción lejos de casa después de volver a coger el calor de los puntos como local.
La gran asignatura pendiente del cuadro grancanario está más allá del aeropuerto y sólo le restan cuatro oportunidades -San Mamés, Butarque, El Molinón y Riazor- para cambiar el rumbo y poder poner remedio a su enfermedad.
