Quizá no fue su debut soñado. O sí. Porque al final, intrínseca en la propia palabra, se esconde algo que hace que ese momento siempre sea especial, mágico: sólo sucede una vez. Tras quedarse tres veces a las puertas de saborear la Primera División, viendo desde la banda el partido, a Erik Expósito le llegó su día. "Hombre, un poquito te llegas a desesperar porque al final es eso, quedarse tantas veces cerca... Se supone que a la tercera va la vencida y a mí me tocó a la cuarta. Lo importante es que hemos tenido esos minutos y, al final, que han llegado", explicaba a LA PROVINCIA tras el partido en Leganés.
Su mezcla de sentimientos contrariados dejaba salir una sonrisa enorme mientras los focos de la televisión le daban de frente en la zona mixta de Butarque. Por un lado, había completado sus primeros 77 minutos en Primera División; por el otro, la UD había salido goleada de Leganés, el campo de un recién ascendido que buscaba una victoria que huele a permanencia. "Ha sido un debut un poco agridulce por cómo se dio el partido y por el resultado final. Pero bueno, más allá de eso, estoy contento conmigo y muy agradecido por haber tenido esta oportunidad de debutar", narra el máximo goleador del filial, con 20 tantos esta campaña.
El tinerfeño, que llegó esta temporada a la entidad amarilla tras pasar por el Málaga, no olvida en cada palabra que suelta el Anexo. "El viernes [hoy para el lector] tenemos un partido importante", explica Erik en referencia al partido que juega hoy Las Palmas Atlético, ya campeón de la Tercera, contra el Unión Viera (21.00 horas, Pepe Gonçalves). "Sólo pensamos en esa promoción y en subir", afirma.
Su camiseta del debut ya tiene dueño. "Será para un familiar", añade. No obstante, tiene otros compromisos que cumplir. Y para eso tendrá que volver a portar ese dorsal '29'. "Ha sido un sueño, ojalá pueda volver a tener otra oportunidad de volver con ellos", sentencia.
