El punto que se lleva la UD Las Palmas de Riazor no es suficiente para acabar la jornada, al menos, a la misma distancia de la salvación a la que estaba -cuatro puntos- antes del comienzo de la misma, pero sí para mantenerse con vida. El empate ante el Deportivo de La Coruña (1-1), unido a la victoria del Levante frente al Eibar el viernes (2-1), dejan al equipo de Paco Jémez a seis puntos del objetivo de la permanencia, dos más que hace una semana. Sin embargo, le queda el consuelo de seguir por delante de un rival directo y haber salido vivo de un partido clave que, en caso de haberlo perdido, le habría condenado casi definitivamente.
Así que el punto sumado contra el Dépor puede tener una doble interpretación: al mismo tiempo que supone una decepción porque se acerca el final del campeonato y la UD continúa en los puestos de descenso y cada vez más lejos del Levante, también significa que no está muerta y que continúa en la lucha con un calendario a priori más asequible que el de sus rivales en las nueve jornadas que quedan.
Y tampoco hay que olvidar que Las Palmas se presentó a la cita sin tres de los jugadores indiscutibles para Paco, por mucho que el técnico dijera tras el encuentro que no considera imprescindible a ningún futbolista. Sin Gálvez, Peñalba ni Etebo, el equipo no perdió en Riazor e incluso pudo haber ganado, aunque no menos cierto es que Chichizola evitó la derrota con un paradón a Sidnei en el tramo final.
A la UD hace tiempo que sólo le importa el resultado. Cualquier análisis en cuanto a las formas carece de importancia, pues se encuentra tan con el agua al cuello que lo único que se valora ya son los puntos que suma, como los del Málaga, contra el que obtuvo un premio (1-0) mucho mayor del que mereció. Ayer los amarillos no fueron inferiores en cuento al juego, malo como se esperaba de dos equipos que han estado abajo durante todo el curso, pero sí en cuanto a ocasiones. Aún así, Halilovic tuvo dos oportunidades en la segunda parte para marcar.
La recuperación de jugadores
El hecho de no haber conseguido sumar los tres puntos no esconde que Las Palmas, aunque sólo fuera por los impulsos del croata, mejoró las prestaciones ofensivas que había demostrado en el partido de la semana pasada frente al Villarreal. Entre palos sólo chutó en la jugada del gol, pero transmitió sensación de peligro en cada una de las arrancadas del internacional y pudo haberse adelantado y decantado el choque a su favor. Eso, otro día, puede resultar suficiente.
Había que ganar y más contra un rival empequeñecido por sus propios miedos y al que la UD podría haber dado la estocada definitiva, pero, al menos, no perdió y ahora afronta los últimos nueve partidos de LaLiga, si todo marcha según lo previsto, con sus jugadores lesionados recuperados y un camino más cuesta abajo que el de Levante y Dépor.
El valor del punto en La Coruña aumenta si alguno, como el propio entrenador, se agarra a que frente al Real Madrid (sábado 31 de marzo, 17.30 horas) la UD recupera a Gálvez, Peñalba y Etebo, tres fijos. De hecho, la presencia de los dos primeros, fichados por Jémez en el mercado de invierno, marca el estilo del equipo, toda vez que, además de ser los líderes en el campo, dirigen la presión sobre el rival, cualidad que había definido al nuevo cuadro de Paco y de la que ayer careció. El nigeriano, por su parte, se ha destapado como un todoterreno no exento de calidad.
El calendario, un aliado
Pero el problema es que el conjunto que visita el Estadio de Gran Canaria la próxima jornada es el campeón de Europa, por lo que, a pesar de que es previsible que los blancos se presenten sin algunos de sus mejores jugadores porque el choque llega entre dos compromisos internacionales y la ida de los cuartos de final de la Champions , el objetivo más realista de la UD será hacer lo mismo que haga el Levante, al que se enfrenta una semana después en un duelo directo.
Los granotas, por su parte, visitan al Girona, mientras que el Dépor juega en el Metropolitano. Si Las Palmas logra al menos mantener la distancia, se la jugará en el Ciutat de Valencia y entonces ya no habrá excusa que valga. A partir de ahí, su calendario hasta final de curso es, sobre el papel, más favorable que el de sus rivales. Será entonces cuando se sabrá lo que vale el punto ante el Dépor.
