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Operación salida

Aquilani no sigue

El italiano, pese a tener una temporada más de contrato, rescindirá de mutuo acuerdo con el club cuando acabe el curso

Alberto Aquilani, junto a Gareth Bale, durante el partido entre la UD Las Palmas y el Real Madrid el pasado 31 de marzo en el Estadio de Gran Canaria. QUIQUE CURBELO

Alberto Aquilani no seguirá la próxima temporada en la UD Las Palmas. El italiano, que firmó un contrato por dos campañas el verano pasado, rescindirá su vinculación de mutuo acuerdo con el club en cuanto concluya el presente campeonato. Esa es la determinación del mediocentro, que no está conforme con la poca participación que ha tenido en el curso, y de la propia entidad, decepcionada también con el rendimiento de un futbolista del que esperaba bastante más.

Así que la lógica imperará entre dos actores que no quieren seguir unidos. Aquilani dejará de ser jugador amarillo y buscará su décimo equipo desde que se hiciera un nombre en la Roma (2004-05), mientras que la UD tratará de buscar en el mercado para esa posición a un tipo de futbolista experimentado en Segunda, algo que no le ofrece el romano, que desde que despuntó sólo ha participado en la máxima categoría de los países en los que ha jugado.

Aquilani llegó precisamente con el cartel de trotamundos del fútbol y el aval de haber jugado en equipos de talla mundial como Roma, Liverpool, Juventus, Milan, Fiorentina o Sporting de Portugal, además de conjuntos de menor nivel como el Pescara o el Sassuolo. EN estos dos últimos jugó la temporada pasada, media en cada uno, aunque en total sólo jugó 25 partidos, cuatro más de los que lleva con Las Palmas.

El aval de Prince

Su llegada, además, estaba avalada por Prince Boateng, que en la semana del comienzo de LaLiga en Mestalla dejó tirado al club pero quien sólo tuvo buenas palabras para la UD y así convencer al italiano de que la Isla era un destino perfecto para él. El berlinés había sido compañero suyo en el Milan y su opinión valía mucho para el mediocentro, que acabó aceptando la oferta por dos campañas.

Con su incorporación, la entidad pretendía repetir la misma táctica que tan bien le había salido con Prince. Ésta consistía en fichar a un jugador de caché venido a menos pero con ganas de revalorizarse. Boateng lo consiguió sobradamente. De hecho, fue el máximo goleador en el curso 2016-17 con 10 tantos y, lo que es más importante, se convirtió en un referente en el vestuario por su experiencia. Sin embargo, Aquilani, una vez se consuma su marcha, no habrá dejado huella alguna.

Porque nunca fue titular indiscutible ni mucho menos un sustituto de garantías de Roque Mesa en el centro del campo. Su rendimiento desde que llegó entre la segunda y la tercera jornada del campeonato ha ido de más a menos y en ningún momento fue el esperado. La irregularidad es lo que mejor define el paso del italiano por la UD, incapaz, por otro lado, de suplir al teldense pese a que tuvo tiempo para hacerlo después de venderle al Swansea, de la Premier League -12,5 millones de euros- a principios del verano.

El que más confianza dio al romano fue precisamente su primer técnico, Manolo Márquez, quien le hizo jugar los 90 minutos en Málaga cuando sólo llevaba unos cuantos entrenamientos. El técnico catalán buscaba un cambio de tendencia después de la dos primeras derrotas ligueras y lo encontró. Con Aquilani en el campo, Las Palmas ganó en La Rosaleda (0-1) y el fin de semana siguiente al Athletic Club (1-0).

Pako, Paquito y Paco

El italiano también fue titular en los dos últimos partidos de Márquez antes de su dimisión -Sevilla y Leganés- e incluso en los dos primeros de Pako Ayestarán -Barcelona y Celta-, sin embargo, tras la derrota escandalosa frente al cuadro vigués (2-5) su protagonismo bajó y luego, con la llegada de Paquito Ortiz, lo acabó perdiendo casi por completo -tres de cuatro choques sin jugar-. Con Paco Jémez todavía fue peor. En los nueve primeros encuentros del cordobés, sólo participó con algunos minutos en cuatro y no fue titular hasta el décimo -en Vigo-. Desde entonces, ha ido entrando y saliendo de los 'onces'.

En cualquier caso, Aquilani no ha distribuido, ni goleado ni asistido en todo el curso, datos que hablan por sí solos. Por otro lado, él tampoco está contento. Así que lo mejor para todos en la rescisión.

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