Pese al cambio de discurso de Pepe Mel, que tanto en la previa como después del partido entre la UD y el Córdoba había alimentado la duda sobre su continuidad, cuando lo que había hecho anteriormente era deslizar que iba a renovar, el madrileño es el favorito para entrenar a Las Palmas la próxima temporada. El posible anuncio de la firma del nuevo contrato, incluso, podría producirse esta misma semana.
El preparador amarillo tiene, sobre todo, el aval más importante, el del presidente Miguel Ángel Ramírez, que en los días previos al último derbi dejó muy claro que volvería a ser el que tomara las decisiones, algo que, según él, había dejado de hacer hacía tres años. "Es el hombre que necesitamos. Era el entrenador que yo quería para esta temporada, pero al final se decidió fichar a otro", aseguró el dirigente.
Esa sentencia se refuerza todavía más con otra aclaración del máximo mandatario: "Ahora volveré a ser el que elija, como antes". Ante tales afirmaciones, unidas a las del propio Mel, que ya desde la semana del choque ante el Real Oviedo -hace más de un mes- había cifrado sus posibilidades de continuar en un 70%, el acuerdo se daba por hecho, hasta que el técnico sembró la incertidumbre hace unos días.
El sábado, para despedir su comparecencia y sin que se le preguntara al respecto, dijo: "El que no sabe si voy a continuar soy yo". El domingo tras el partido, cuestionado por su futuro, insistió en lo mismo. "Pues no lo sé. Yo mañana -por ayer- entreno y sigo mi ritmo normal. No le puedo responder a preguntas que no sé. Yo soy entrenador de fútbol. Si no estoy aquí no se preocupe que estaré en otro lado, advirtió.
El papel de Maiorino
Sin embargo, Mel todavía es el candidato número uno. A pesar de la tardanza para sellar el acuerdo, lo que provocó la inquietud del técnico, la UD apuesta por su continuidad, porque Ramírez así lo ha decidido. Nada tiene que ver que Rocco Maiorino, el director deportivo, haya sondeado el mercado de entrenadores como parte de sus funciones, algo que también provocó la zozobra del madrileño, que mantiene más contacto es con el presidente.
El inquilino del banquillo de Las Palmas deslizó, al mismo tiempo, que el hecho de no acabar de "rematar las cosas influye". "Había que ganar al Lugo y se le ganó. Luego estaba el derbi y, con buen criterio, nos centramos en él, y ahora las circunstancias nos ponían otra vez en una posición parecida a la del Lugo, con el partido del Córdoba. Yo entiendo los momentos y las circunstancias, pero yo voy a seguir trabajando igual. Mi profesionalidad va a ser la misma hasta el último día, esté aquí o no", comentó.
Lo que Mel dejó entrever es que la UD no ha cumplido con los tiempos que habían pactado, pero el retraso no cambia la intención del club de renovar al entrenador que deberá liderar el proyecto del próximo curso. Tampoco las del técnico, que ya aseguró que el dinero no iba a ser un problema y que pide participación activa a la hora de confeccionar la plantilla, algo que acepta la entidad.
Ramírez ha elegido a Mel y por eso es el favorito para dirigir al equipo. Después del triunfo de Las Palmas frente al Córdoba, con el que prácticamente certificó la permanencia en la categoría, el camino hacia la firma definitiva se allana. Los próximos días serán decisivos para que eso se produzca. Incluso antes de la cita ante el Rayo Majadahonda.
