Cuando la UD Las Palmas ejecutó la opción de compra de dos millones de euros incluida en la cesión de Mauricio Lemos ( Rivera, Uruguay, 1995) tenía la garantía de un valor seguro. En media temporada en Primera División, había dejado destellos notables como para apostar con él. Todo eso sucedió antes del derrumbe que acompañó a la UD tras el adiós de Quique Setién. Desde entonces, casi en una línea paralela con la UD, el nivel del central uruguayo cayó en picado.
Ahora, después de un año y medio de cesión en el Sassuolo de la Serie A italiana, Mauricio Lemos debe volver a la disciplina de la UD Las Palmas. Y es que el zaguero de 23 años está citado para incorporarse a la pretemporada del club amarillo, que comenzará el próximo 8 de julio en la renovada ciudad deportiva de Barranco Seco. Si en diez días la UD no consigue darle salida al futbolista sudamericano, Lemos tendrá que arrancar la preparación de la temporada con la UD.
Sin embargo, tanto la intención de la UD Las Palmas como del futbolista, es intentar encontrar una salida cuando antes. Ambas partes están de acuerdo en un aspecto fundamental: no prorrogar el tiempo de cesiones. La UD quiere intentar hacer caja con Mauricio Lemos y el uruguayo tampoco quiere más prestamos. El contrato que une a ambas partes aún tiene dos años más de vigencia (junio 2021).
Y es que la cesión de Lemos en el Sassuolo no ha sido precisamente provechosa para él. Salió en enero de 2018, cuando la UD se descomponía camino de Segunda División, aunque aún con vida. De hecho, su último partido fue en el 2-1 frente al Valencia, la primera victoria con Paco Jémez en el banquillo. No obstante, el defensa charrúa, silbado por la grada, salió del campo en el descanso.
El Sassuolo salió en su horizonte entonces. En los seis primeros meses pasó por dos etapas claras: una de ostracismo y otra de actor principal. Le toco debutar con una goleada escandalosa de la Juventus (7-0), pero su rumbo se enderezó a partir de abril. Acabó los dos últimos meses como fijo en la zaga del club de Emilia-Romagna. Jugó siete de los últimos ocho partidos como titular y convenció a la dirección deportiva para seguir un año más a préstamo por la UD Las Palmas.
La entidad italiana desembolsó cerca de 500.000 euros por un año más de cesión, pero Lemos no se ganó la confianza de un hombre que, sin haber estado nunca en la Isla, suena a amarillo: Roberto De Zerbi, el técnico con el que soñó la UD y que nunca llegó en el verano de 2017. En toda la temporada, donde las lesiones le dieron guerra, Lemos solo jugó cuatro partidos: tres de la Serie A y uno de Copa.
El Sassuolo tenía una opción de compra sobre el futbolista que era superior a los 5 millones de euros, una cláusula que no ejecutará. Con este panorama, el central, devaluado en comparación al momento en el que salió de la UD, debe regresar al club. Y Las Palmas tiene la compleja tarea de colocar al futbolista en un nuevo club.
Invisible ya para la selección de Uruguay, que se encuentra disputando la Copa América, Lemos y la UD Las Palmas están condenados a buscar una salida que convenza a ambas partes. El club, con su venta, buscará ampliar su límite salarial de cara a la próxima campaña. Y es que todas las operaciones que cristalice el club desde julio valdrán para ajustar ese tope fijado por LaLiga que puede gastar en las nóminas de los futbolistas.
A partir de ahí, la UD podrá edificar su proyecto en Segunda División, donde no entra la figura de Mauricio Lemos y la tarea de venderle cuanto antes se antoja complicada.
