A una semana del inicio de la pretemporada, la UD Las Palmas presenta la campaña de abonos con un objetivo claro: recuperar a una afición hastiada y dividida por el devenir del equipo en los dos últimos años, el del descenso a Segunda y el del fracaso por apostar todo a regresar a Primera en un año y no conseguirlo.
Tras un curso en el que los seguidores amarillos no tuvieron que pasar por taquilla para la renovación de sus carnés, ahora volverán a tener que pagar, los antiguos y los nuevos. El presidente Miguel Ángel Ramírez tomó la decisión de ofrecer los abonos a coste cero en compensación, aseguró, por la mala temporada del equipo que acabó con el descenso de categoría. Ahora, y más en tiempos de reajuste económico, no hay especio para los regalos.
El máximo mandatario de la UD dará a conocer esta mañana los precios, las ofertas y el spot publicitario de la nueva campaña, en la que los miembros de las peñas, sobre todo, participaron en la misma, según el club, que también sostiene que tuvo en cuenta las peticiones de todos los aficionados a través de una dirección de correo electrónico.
La creación de esa especie de buzón es una de las medidas adoptadas por la entidad, de acuerdo con la Federación de Peñas, con el objetivo de acercar el club a la grada, toda vez que la relación entre ambos ha quedado muy deteriorada por lo acontecido en los últimos años.
La campaña de abonos se presenta, además, cuando la UD todavía no ha realizado ningún fichaje de cara al próximo curso. Las únicas incorporaciones hasta ahora son las de Álex Suárez, que sube del filial, Benito Ramírez y Diego Parras, que regresan después de haber jugado cedidos en el Rayo Majadahonda y en el Real Murcia, respectivamente. Mateo García y Mauricio Lemos también vuelven, pero no continuarán en Las Palmas.
Así pues, no hay ningún nombre, de momento, que tenga impacto en la afición. Lejos quedaron las presentaciones multitudinarias de Prince Boateng o de Jesé Rodríguez. Ahora toca recuperar el perfil bajo que llevó al equipo a ascender a Primer División en la temporada (2014-15). En cualquier caso, los fichajes llegarán a medida que avance el verano, siempre después de que se produzcan las salidas necesarias.
Rescindidos Fidel Chaves y Juan Cala, los siguientes a los que el club quiere dar de baja son cuatro: Mateo, Mauricio, Tomás Pekhart y Cristian Rivera, que no cuentan, bien porque no entran en los planes de Pepe Mel, bien porque su continuidad supondría un terrible lastre económico o bien porque tienen cartel en el mercado y podrían ser una fuente de ingresos para la entidad.
En la grada, el objetivo principal es recuperar la unión que existía antaño. Ahora, en cambio, está dividida entre los que prefirieron firmar una tregua con Ramírez a cambio de una serie de compromisos adquiridos por la UD, representados mayormente por la Federación de Peñas, y los que se mantuvieron al margen y mostraron su descontento con la gestión del mandatario sobre todo en el tramo final de la campaña, abanderados principalmente por el grupo Ultra Naciente y el colectivo Faro Amarillo.
Volver a tener a la afición unida es uno de los objetivos de Las Palmas a corto plazo y en ello se esmera, aunque más allá de la campaña, lo que ilusiona a la gente son los fichajes, que precisamente todavía no se han producido. Es por ello por lo que el número de abonados ascenderá con lentitud. Lejos quedarán los 18.000 del curso pasado.
