Un reconocimiento agridulce. David García, el jugador con más partidos en la historia de la UD Las Palmas, con 474, recibirá la insignia de oro y brillantes del club en reconocimiento a su trayectoria el próximo jueves, cuando la entidad cumplirá 70 años. Será durante un acto institucional que se celebrará en el Estadio de Gran Canaria, cuyo campo pisó por última vez como futbolista amarillo el pasado 2 de junio. Entonces, vestía de corto. Ahora, acabado su contrato, no tiene ficha y su futuro es incierto.
Tal situación, la de un trabajador que termina su vínculo con una empresa, entraría dentro de la normalidad de no ser por la serie de acontecimientos que se han producido desde que acabó la temporada, y que, en ningún caso, aclaraban su continuidad en el equipo un curso más, tal y como ambos pretendían, aunque siempre sujeta, según los dirigentes, a que se dieran unas circunstancias determinadas.
A mediados de junio, el presidente Miguel Ángel Ramírez, en su balance habitual de la campaña, reveló que la UD había ofrecido al capitán ser el ayudante de Juan Manuel Rodríguez en el filial, algo que el jugador rechazó porque pretendía -y pretende- jugar un año más, bien en Las Palmas o en otro equipo. Ante eso, el máximo mandatario desveló que sólo le quedaba una opción: esperar.
Demasiados centrales
"Si salen los jugadores suficientes para abrir hueco, va a continuar, porque en términos económicos no vamos a tener ningún problema", afirmó Ramírez. Y añadió: "Tenemos un problema porque hay overbooking en esa parcela donde juega. Tenemos a jugadores como Aythami, Mantovani, Deivid, Mauricio Lemos, Curbelo y Álex Suárez, si decidimos que suba al primer equipo. Entonces, estamos en una situación complicada, porque yo no puedo echar a un jugador para abrirle hueco a David, porque tendría que pagarle al futbolista para que se fuese".
Trascurridos dos meses, los futbolistas nombrados por el presidente siguen en la plantilla y Suárez, al que finalmente se decidió subir, ni siquiera ha podido ser inscrito. Por todo ello, la continuidad de David García se da por perdida, aunque el mercado todavía no está cerrado -concluye el 2 de septiembre-. "Nuestro objetivo es hacer un equipo de 22 jugadores más David y Momo", afirmó Ramírez el 1 de julio.
Tales afirmaciones, en las que también incluía al extremo -que también sigue sin equipo-, dejarían una puerta abierta al sureño, pero varios hechos, como que Martín Mantovani llevará el número 5, la elección de su nombre para el campo principal de Barranco Seco o la entrega de la insignia de oro y brillantes el jueves se la cierran casi por completo.
Esa distinción supondrá la tercera del capitán en menos de un año. En julio, el club, tras rectificar a petición popular, decidió que su nombre permaneciera para siempre en la nueva ciudad deportiva. Antes, en septiembre de 2018, cuando la UD se enfrentó al Nástic de Tarragona en el Gran Canaria, le entregó una camiseta con la cifra 454, el número de partidos con el que superaba a Germán Dévora.
La confirmación de la entrega de la insignia de oro y brillantes llega justo después de una movilización de la afición en las redes sociales para honrar a David García en el minuto 5 de cada partido que la UD dispute en casa, lo que viene a ser una muestra más de que ya nadie le espera.
Cabe recordar, además, que Ramírez aseguró que le iba a ofrecer iniciar la pretemporada con el equipo, sin embargo, tal intención, sin contrato en vigor, era imposible. Así que, transcurridas las semanas, el eterno capitán tomó la determinación de entrenar con el San Fernando, donde sigue, aunque todavía no puede confirmar si jugará para el club de su localidad. Es David García: de oro y brillantes, con campo y sin ficha.
