Cuadrar balances. Huir de la guadaña de los proveedores. La desescalada del sector de la restauración en el barrio de Siete Palmas es un laberinto. Laten pendientes de la aprobación del 'Plan Ramírez' por el presidente del Ejecutivo regional Ángel Víctor Torres. En la calle Fondos de Segura, los dueños de cafeterías, restaurantes y pastelerías reclaman a los cuatro vientos la presencia de público ante el Girona -sábado y desde las 18.30 horas- en la vuelta del fútbol tras 100 días de silencio. "Vivimos del fútbol, pero del fúbol con cara y cartera. Abrimos para recuperar el terreno perdido y contar con seguidores en este último mes es la vida. Un empujón bendito", coinciden los cinco pequeños empresarios. Es el testimonio de un SOS para regatear al dragón de los ERTEs y la depresión.
El Restaurante Casa Vidal está regentado por José Vidal Déniz Rodríguez -38 años-. Factura 12.000 euros al mes de media, una cifra que se ha reducido a 6.000 el pasado mayo en su reapertura tras el efecto devastador de la pandemia. Veterano del sector, la vuelta del fútbol con público en el Gran Canaria -con un tercio del aforo y sobre los 11.000 fieles- es un maná bendito. La tabla de salvación. "Es una grandísima idea, el presidente Miguel Ángel Ramírez ha estado listísimo. Hábil como un lince".
Vidal tiene a un empleado en el ERTE. Lucía Artiles es su mujer y Ariadne su pequeña. "¿Qué nos aportaría contar con 11.000 almas en Fondos de Segura? Es un sostén necesario para volver a renacer. Pero eso sí, hay que mantener los protocolos y la seguridad. Sí a la apertura pero desde la mesura y la responsabilidad. Llevo un año abierto y la gente tiene ganas de marcha. Son solidarios, vuelve a florecer el sentimiento de pertenencia. Esto es un barrio, estamos para ayudarnos unos a otros. Solo espero que vuelva la afición de la UD, les necesitamos."Goles y tortilla. Pulpo y queso frito en un establecimiento que cuenta con Jerónimo Figueroa 'Momo' -técnico asistente de Mel-, Aythami Artiles -capitán de la UD- y Nauzet Alemán -exjugador amarillo-, como clientes asiduos. "El fútbol no es solo el dinero de la televisión, también está el pequeño negocio. Toca arrimar el hombro".
El Columpio es un oasis. Pizzas a domicilio. Hamburguesas y comida rápida con señorío. Orlando Domínguez dirige este negocio que se ha escapado del tsunami. "El teléfono me salvó la vida. Atender a los clientes con el servicio a domicilio hizo mantener la cifra de ingresos. Incluso, subirlo. No hemos sentido ni pasado crisis alguna. Al revés, he vendido más; me va muy bien. Pero esto sigue, somos la resistencia".
Domínguez ha perdido el norte a la hora de cifrar el estado de la desescalada. "Ya estamos en la fase del desfase. Añoro la paz que había en Fondos de Segura. El único problema es el aparcamiento. Eso sigue siendo mejorable. Tenemos la misiva de reactivar este sector y el fútbol es un gran negocio. Por supuesto que contar con público conforma un gran espaldarazo".
Toca mantenerse y cumplir con los protocolos sanitarios. Los dos frentes. "El cliente va recuperando el hábito de salir. Poco a poco. Esta zona vuelve a latir. Tener un negocio es una odisea, muy exigente".
El tercer testimonio es altamente calórico. Cremas de nata, palmeras de chocolate y milhojas. La Pastelería San Martín 1984 es un planeta de fantasía y curvas tentadoras que tiene el sello de Azuleida Santana. Abrieron en abril. Quién dijo miedo. "Toca reinventarse y recurrir al servicio de tartas a domicilio. Cambio de fase y mentalidad. Si vuelve el fútbol con público al Gran Canaria cambiaremos nuestro horario. Pido responsabilidad al cliente, máximo respeto al virus".
Pastelería francesa, el sudor de una empresa familiar y 5.000 euros para empezar. Dulces con el escudo de la UD y el número de goles de Rubén Castro. Todo vale para resurgir al infierno del ERTE. "Es una época delicada, pero el coraje tiene su recompensa. Venimos de un local por el Colegio Arenas y nos decantamos por esta zona por su proximidad al estadio. Ojalá vuelva la afición, les necesitamos".
Churros con chocolate
El Restaurante-Cafetería Jonathan domina los desayunos. También tiene un plan especial si se confirma la apertura del partenón de Siete Palmas de la UD de Mel. Otro punto de referencia que asume el sobrecoste de la protección contra la covid-19. Botes de gel, reducción del aforo, alfombras desinfectadas...Noelia Diepa bendice el "camino hacia la normalidad".
El negocio es la "historia de una recuperación". Se siente más cómoda con los fieles del Herbalife Gran Canaria. Cuestión de señorío. "Los fanáticos del basket atesoran más cultura, van en familia y son de otra pasta. Los del fútbol suelen ser más ruidosos. Abrimos el pasado lunes y todo son costes. No es fácil, pero es nuestra vida". Se le enciende la mirada. 11.000 fieles en Fondos de Segura si Ramírez se sale con la suya. "Pero respetando el protocolo sanitario, atentos al espacio,que ahora es menor". Alfombras con lejía y un dogma a rajatabla. Ni un centímetro de vida al virus. Los churros y bocadillos de pata son devorados por decenas de clientes. "Esto camina, pero esta zona viva del deporte de élite".
Compañero de Vitolo
El Restaurante Ca'Cristo completa el salón de los testimonios. Luis Cristo Pérez Suárez, exjugador de la cadena de la UD Las Palmas, coincidió con Viera y Vitolo en el Árbol Bonito y de amarillo."La apertura de las puertas me parece tremendamente positivo. Llevamos tres semanas de trabajo y tengo a tres empleados en el ERTE. Estamos ante una gran oportunidad. Cada día cerrado, 'vuelan' 700 euros, y en mi menú tiene comida casera, croquetas, pulpo, ensaladilla, garbanzadas y queso frito. Volver a abrir no ha sido fácil, he perdido unos 18.000 euros", determina.
Romper la cadenas y quemar las facturas. Siete Palmas se mueve y mira al Gran Canaria. El estadio de los sueños y la bonanza.
El fútbol de élite genera el 1,37% del PIB y emplea a 185.000 personas. Fondos de Segura trata de huir del laberinto. "Debemos ir de la mano, pensamos en asociarnos. Necesitamos a la UD, y el equipo a nosotros. Esta zona es próspera y estamos convencidos de que lograremos salir. Se levantarán los ERTEs y el consumo es necesario", manifiesta Vidal, que ejerce de presidente de esta línea reaccionaria.
Para Cristo, lo peor ya pasó. "No podíamos estar cerrados, desde la mesura toca remontar". Azuleida Santana no se baja de su carruaje. El virus sigue siendo una amenaza como el descenso para Pepe Mel. "La única bandera debe ser la responsabilidad. Esto un sector económico pero también social". Siete Palmas abandona la oscuridad. Y suspira por un estadio con alma.
