Bloqueados por una avería tecnológica. José Mel Pérez responsabilizó a los dos parones del colegiado Hernández Maeso de la inoperancia ofensiva. La UD no tiró a puerta y acabó bajo el larguero de Valles tras la roja a Jesé. “Nos perjudicó la cantidad de ocasiones que el árbitro detuvo el partido. Lo paró continuamente por causas que él sabrá y nos afectó cuando competíamos once contra once. Tenemos que darle ritmo al juego y estas fases no nos han beneficiado”, aseveró el técnico.
Además, reconoció que faltó precisión en el último pase -en los primeros 60 minutos y con un Oviedo plantado en su campo para contar con un remate franco-. “Teníamos que haber intentado jugar más cerca del área rival recurriendo al último pase, pero el Oviedo no venía. La única solución era atacar la portería, pero no estuvimos finos en el último pase para brindarle ventaja a mimbres como Rober, Jesé o Araujo”.
En relación a las paradas de Valles, añadió que “ha estado bien, en su papel, pero está para eso. Ha tenido una buena actuación”. Sobre la roja a Jesé Rodríguez, no quiso polémicas. “Me pilla al otro lado del campo, no lo veo y no sé medir si es roja o no, pero es cierto que nos ha puesto el partido en un elevado factor de riesgo. Con el campo casi impracticable y diluviando como estaba, contra un Oviedo necesitado, esa roja nos ha perjudicado muchísimo”.
La retirada de los ‘Sergios’
En el minuto 83, el novelista retiró a Sergio Ruiz y a Sergio Araujo. Lo atribuye a una cuestión física y técnica. “Va todo un poco unido. Sergio está entre algodones. Tenemos que jugar el sábado [ante el Málaga] y ya habíamos perdido a otro jugador [Jesé]. A Araujo, que tiene cuatro tarjetas, también le intentamos proteger”.
Con la permanencia virtual en el bolsillo y el ascenso en un imposible, no quiere relajaciones. “Ni eso va a pasar ni yo lo voy a consentir. No creo que el equipo se haya relajado, pero los rivales también se juegan lo suyo. Hemos sacado un punto que puede parecer insuficiente, pero el derroche físico fue encomiable”.