En las arterias kilométricas del Reale Arena, Kirian Rodríguez aprovechó la primera victoria foránea y la tercera plaza en la tabla para pasar facturas. Etiquetado como uno de los príncipes de la segunda línea -ante las bajas de Viera, Peñaranda, Ruiz, Pejiño, Moleiro y Ale García-, completó una meritoria actuación ante el mejor filial de España. El tinerfeño desapareció durante seis jornadas y regresó ante el Alcorcón (3-0). Ayer, jugó los 90 minutos. Dos partidos, dos victorias y la totalidad de los 180 minutos. "Eso de la segunda línea es para la gente; cuando no están los que se supone titulares, parece que vamos a perder siempre. Pero aquí estamos, seguimos trabajando. Nuestra misión es apretar para que ellos estén bien".

Para el centrocampista amarillo, que el choque se jugara en un escenario de Primera División no resultó un estímulo para el conjunto grancanario: “Nuestro estímulo son todos los campos, pero si el objetivo es ascender a la máxima categoría jugar aquí te estimula para volver a jugar en Primera". Realza que se encontró cómodo en el campo con Enzo y Nuke de escoltas, y luego con Fabio y Veiga. "Actuando por delante del doble pivote me siento un pelín mejor,  más liberado de tener el balón y a veces aparecer en tres cuartos. De esta manera, puedo arriesgar en el pase. Te tranquiliza tener dos tíos por detrás que sabes que se van a trabajar por ti". Sobre los motivos de que por qué volvía la mejor versión de Kirian, fue escueto: "Porque vuelvo a jugar; no verá otra cosa". No mira a la tercera plaza: "El miércoles hay otro partido, solo pensamos en el Fuenlabrada".

Aplaude la fórmula utilizada por la UD Las Palmas en el Reale Arena, una combinación entre físico y músculo. "No todos lo partidos se tienen que ganar con florituras". Con 71 partidos de amarillo, Kirian vuelve a sonreír. Dos presencias de titular y seis puntos. El mejor momento para ajustar cuentas y salir en defensa de la UD más democrática.