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UD Las Palmas

Eric Curbelo: «Mi cambio futbolístico llegó con un psicólogo»

Entrevista a Eric Curbelo

Entrevista a Eric Curbelo La Provincia

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Entrevista a Eric Curbelo Paco Cabrera

Su historia es el viaje del calvario al éxito. Ha pasado de jugador señalado por la crítica -el club amarillo encajó 53 tantos en la pasada Liga- al central de moda de la categoría de plata (1.128 minutos, gol y una asistencia). Centenario (los cumplió ante el Alcorcón), indiscutible (14 partidos, 12 de titular), autor de una obra de arte y el sábado regresa al once de la UD en La Rosaleda como ave fénix.¿Cómo metaboliza el cambio y a qué lo vincula?

Es cierto que ahora mismo estoy en un momento muy bueno de mi carrera, probablemente el mejor que he vivido en los últimos años. Básicamente porque disfruto en los partidos y en los entrenamientos, estoy teniendo la suerte de que se me están dando los encuentros como quiero. Eso al final es lo más importante. Como quieres visualizarlos. Gozar de esa pizca de suerte para competir es fundamental. Todo sale rodado. Pero sabiendo que si fallo volveré a ser el Eric Curbelo de antes, ya no tengo presión. Juego liberado. Sin obviar que la dinámica positiva del equipo resulta también determinante, te arrastra. 

¿Es por su grado de madurez al encadenar su cuarta campaña en la UD a los 27 años? ¿Por la presencia de Raúl Navas (963’) como nuevo compañero de aventuras en la retaguardia -la dupla con más minutos por encima de Erick Ferigra (853’), Álex Suárez (90’) o Coco (11’)?

Todo cambió cuando empiezo a ir al psicólogo a finales de la temporada pasada. Ahí es cuando empiezo a ganar más confianza en la vida y en el terreno de juego. Tampoco es que en esa etapa [de marzo a mayo] guarde un gratísimo recuerdo en relación a sultados deportivos o suma de victorias, pero a nivel personal, lo afronté con un grado elevado de confianza. Y luego en esta campaña, Raúl Navas me ha enseñado mucho. Es un tío que explica y te enseña su fútbol, eso me ha venido muy bien para crecer. 

¿Fue al psicólogo del club?

Fui a uno particular, por el tema del mareo que tuve en su momento [se desvaneció ante el Sabadell en el Gran Canaria el 7 de febrero y fue ingresado en un hospital]. Me recomendaron que si me seguía pasando que fuese al psicólogo. Así que me anticipé y acudí. Me ha servido para brindarme la confianza precisa dentro del campo y saber cómo gestionar la presión. Se llama Domingo y su ayuda ha sido fundamental para mí. 

El punto de inflexión en este curso llegó ante el Almería y el pichichi de Segunda. Frenó a Sadiq de forma impecable. ¿A qué técnicas recurre?

No debe olvidar que ante el Almería en la temporada pasada también se me dio muy bien. Con jugadores corpulentos que les gusta bracear, tengo mucho más que ganar. No me gusta ir al cuerpo a cuerpo, intento que el delantero no sepa dónde estoy. Jugar esa baza y la del despiste. El delantero pierde la referencia, de ahí mi rol con jugadores grandes [Umar Sadiq Mesbah mide 1,92 metros].

Contabiliza tres tantos en su expediente profesional -debutó ante el Rayo Majadahonda el 7 de enero de 2019 de la mano de Herrera-. El último, desde fuera del área y a la escuadra de Jiménez, le destapó como francotirador. En el Gran Canaria y tras recibir el cuadro honorífico de los 100 partidos. Vive en una película de Walt Disney.

Son dinámicas, en otro momento esta que tengo en la frontal pues acaba en el más allá. Tenía un pase fácil a la derecha, miré a la escuadra y ahí fue el balón. En otra situación, el balón hubiese volado directamente a la tienda del club en la grada Curva. Tengo suerte, confianza... Y el equipo ayuda, no consigues nada sin el aliento del grupo. El vestuario es una familia. 

Derrota ante el Zaragoza (2-3) pero se vislumbra una UD reconocible. Los amarillos completaron 18 remates -diez a la portería de Cristian Álvarez-. Ocho de las 16 jornadas en puestos de playoff. El mejor local (20 puntos) y máximo realizador en su fortín (19).¿Qué análisis realiza?

Le doy la vuelta. Fuera de casa, que nos costaba ganar, las sensaciones son positivas, hemos podido ganar casi todos los partidos. Para nosotros es fundamental, sentir que fuera de casa puedes ganar, te ayuda a seguir. En Málaga hay que sacar los tres puntos, debemos ganar sí o sí. Volver a una buena dinámica. 

¿Forma parte de la cofradía del ascenso directo? Navas ya porta la pancarta...

Por supuesto que sí. Podemos llegar a las dos primeras posiciones porque contamos con un gran equipo. Lo considero como un espaldarazo definitivo. Estamos haciendo un trabajo enorme, el hecho de estar en liguilla es un gran premio a esta labor tras 16 jornadas. Pero esto es muy largo. Restan 26 finales. Los que no se ganen, pues se empata o pierde pero ofreciendo una buena imagen como ante el Zaragoza. Estar en la zona alta de la tabla te brinda confianza, una vez más, todo se reduce a ese término: ‘la confianza’. Que el juego sea efectivo, bello, tener esa libertad dentro del campo de hacer lo que entrenamos. Si no llegan los resultados, sin creer en ti mismo no puedes alcanzarlos.

Realza su paso milagroso por el psicólogo, ¿pero cómo vivió la salida de Ruiz por una depresión y su padecimiento en la caseta? Haga de cronista de esta lucha contra la ansiedad...

Hablé con él, me contó como se sentía. Yo en su momento sentía algo parecido, aunque no igual. Domingo me ayudó mucho a gestionarlo, yo no tuve una ansiedad fuerte, pero había momentos e los que no estaba cómodo. Cuando salía de mi zona de confort, prefería estar en otro sitio. Soy muy tranquilo, disfruto de la casa, no me gustan las aglomeraciones. Y si un día me puedo escapar por la montaña, me paso el día con una tumbona disfrutando de la naturaleza en lugar de ir a una terraza a tomar algo. Soy reacio a los aglomeraciones. 

El discurso sincero de Sergio Ruiz fue aplaudido por psicólogos y psiquiatras. Visibilidad a la depresión. ¿Cómo lo interpretó un vestuario profesional?

Es digno de valorar, en esa situación es difícil mostrar cómo te sientes. Fue claro, nos dijo cómo estaba, para él resultó importante, se quitó un peso de encima. Es un problema que afecta a todos y a múltiples sectores profesionales. Acontece en oficinas, en muchísimas espacios laborales, no solo en el fútbol. Parece que el futbolista, por tenerlo todo a su favor, por su condición económica, está al margen. Y no. Le puede pasar a cualquiera. Debemos abrirnos, me parece terapéutico. No somos héroes, podemos estar afectados por ese tipo de problema. Y además, tiene un impacto social notable. Podemos ayudar a mucha gente que está sufriendo. 

¿Pero y por qué no recurrió al equipo psicológico de la UD?

El club tiene un psicólogo, yo personalmente opté por pasar consulta externa, fuera del club. Quise probar y salió bien. En un primer momento me dijeron, tienes que probar, no siempre con el primero puedes congeniar. 

¿Y qué hace?

Charlar. A la primera conectamos [con Domingo],tuvimos unas cuantas sesiones y charlas largas, fueron productivas. 

Esta terapia milagrosa, ¿le hace ver el fútbol de otra manera? ¿En qué le afecta dentro de los parámetros deportivos?

Por mi lenguaje corporal, dentro del campo soy muy pausado y tranquilo. Mi pose resulta chabacana, hablando mal. Pero mi cabeza va otro ritmo, a otra velocidad. El hecho de acudir a un especialista me permite saber cómo tranquilizarla y pausar cada una de los pensamientos. Así como centrarme en lo que importa, me hizo ganar confianza y además, llegan resultados, que es la guinda.  

El 5 de julio renovó una campaña. ¿Tiene cláusula de ampliación por partidos?

Exactamente no es así, hay un acuerdo verbal de poder ejecutar la ampliación sin problema. Estoy muy feliz, quiero seguir aquí. 

En enero ya puede negociar con otro club. ¿Cierra la continuidad al cien por cien?

Es sentarse de nuevo; estoy muy contento, me quiero quedar aquí. Soy muy feliz, me han dado la oportunidad de ser profesional. Las instalaciones son increíbles, ni en Primera puedes disfrutar de este paraíso logístico. El clima es otro aspecto a tener en cuenta. Está en sus manos [las de la UD] y no considero que haya problemas.

El pasado verano se cerró con su continuidad hasta junio del 2022. Álex Suárez, por ejemplo, firmó por tres años más. ¿Usted se sintió infravalorado?

Son circunstancias, lo analicé de forma detallada con mi agente Pedro Bravo. Me dijo que confiaba mucho en mí y en mis condiciones. Pensaba que podía destacar, para luego negociar de nuevo. Siendo sincero, nos la jugamos un poco, porque te llega una lesión fuerte y tienes un problema. Carecerías de tiempo para ganarte la renovación. Pero no he tenido lesiones graves, pocos partidos son los que he me perdido. Mi cuerpo aguanta, decidimos ir paso a paso y creo que hemos acertado.  

Le doy por renovado. Me ha convencido. 

Me quiero quedar, este clima se agradece.Cuando viajamos te percatas de lo afortunados que somos. Entrenamos de tres a cuatro horas al día en la ciudad deportiva y luego desconectamos. El papel de los amigos, familia y el círculo más íntimo es fundamental. Se dan todos los condicionantes para estirar mi carrera y como canterano conforma un orgullo. 

En el inicio de la pandemia, en una entrevista a este medio -el 20 de marzo del 2020-, reconocía que atendía un pequeño huerto en su residencia en Santa Brígida con lechugas, tomates, zanahorias y cebollas. ¿Sigue con su pasión agrícola?

Sí, pero desde la tranquilidad. Físicamente es una tarea que te agota. Exige su sacrificio. Compatibilizo el esfuerzo de los entrenamientos con la UD Las Palmas con mis estudios de Ingeniería de Organización Industrial que realizo con un centro a distancia. Y luego, tengo mi cultivo que me aporta la desconexión. Es algo doméstico, ínfimo, pero de gran valor.  

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