Adiós a la campana de la cocina: la última moda que está arrasando en 2024

La revolución que libera espacio en la cocinas

Cocina de vivienda en Doctor Ruano y Urquía, 7.

Cocina de vivienda en Doctor Ruano y Urquía, 7. / Tucasa

Carlos Silla

La campana extractora ha sido un elemento básico en las cocinas. Gracias a ella, el humo y los olores de los alimentos que cocinamos no inundan el espacio ni salen fuera, a otras estancias del hogar. Pero para muchos, lo que tiene de necesario, lo tiene de molesto. Las campanas suelen generar mucho ruido y ocupar gran espacio de la cocina.

Hasta el momento, las campanas no contaban con una alternativa fiable en el mercado que cumpliese la misma función. Pero en los últimos años, las compañías han ido desarrollando nuevas tecnologías que mejoran lo que ya había, ofreciendo soluciones más cómodas. Es cierto que el diseño de las campanas se ha ido adaptando y modificando, hasta llegar a ser un elemento más en la decoración de la cocina, pero es no ha evitado otros problemas.

La suciedad y grasa se suele acumular en la campana extractora, ya que todos los vapores suben hacia ahí. Es recomendable limpiarla cada cierto tiempo y así evitar la aparición de gérmenes y bacterias, pero hay un truco que poca gente sabe y que consigue minimizar la acumulación de suciedad. Además de que, para un buen funcionamiento hay que mantenerla limpia, su colocación también es esencial. La distancia perfecta sería a 50 cm de la vitrocerámica o placa de cocción. De esta forma se asegura que los vapores y partículas acaben dentro de la campana y no por el resto de la cocina.

Pero hay otros remedios. La última moda son las placas de inducción con un extractor incluido en medio. Su función consiste en evitar que el humo ascienda, haciendo que se cuele entre las rendijas del extractor, que se encuentra a la altura de la encimera. Marcas como Bosch, Balay o hasta Ikea cuentan con este tipo de modelos, que compiten cuerpo a cuerpo con las campanas extractoras de toda la vida.

Pero hay más alternativas que a las dos anteriores. Otra opción pasa por integrar la campana en el techo de la cocina, mimetizándola. Una solución muy práctica y que termina con el debate de la campana y sus diseños. Existen otros posibles lugares como colocarla en la pared de enfrente (se puede camuflar con algún cuadro o diseño) o, si hay espacio, enfrente de la placa de cocción.

Lo único que hay que hacer para escoger entre estas alternativas, es ver con que espacio se cuenta, donde encajaría mejor y su accesibilidad para limpiarla. Juntando todo esto, se pueden dejar al lado los quebraderos de cabeza que las campanas de extracción han provocado, ya sea por diseño o por limpieza