La transpiración es la forma natural que tiene nuestro cuerpo de defenderse del calor, pero no siempre su olor es agradable. Para mejorarlo no solo es cuestión de mantener una buena higiene, usar desodorante y de enmascararlo con fragancias de colonias y perfumes, también podemos actuar desde el interior, controlando lo que comemos y bebemos. La dieta que seguimos puede alterar tanto nuestro aliento como el olor corporal que desprendemos a través del sudor y que impregna nuestra ropa.

Nuestra fragancia natural puede volverse desagradable si seguimos dietas muy ricas en proteínas y grasas, al tiempo que bajas en hidratos de carbono, también si abusamos de alimentos como el ajo, la cebolla, el queso, especias de sabor intenso o azúcar refinada, e incluso si padecemos estrés, hiperhidrosis o sudor excesivo o bien tenemos saturados nuestros órganos depurativos.

Sal.

Menos sal, grasas y azúcar

Para ayudar a nuestro cuerpo a transpirar más y con mejor olor es recomendable reducir los alimentos pobres en agua, fibra y clorofila, así como ricos en sal y grasas que saturan nuestros órganos depurativos. Entre estos alimentos están los precocinados, la comida rápida, los embutidos, el queso, los fritos y los dulces. Las grasas incrementan la fermentación en el intestino, mientras que el azúcar refinada añadida a la bollería alimenta las bacterias que provocan mal olor.

Millo, una de las materias primas del gofio, un alimento típico canario rico en fibra dietética. ShutterStock

Más agua, fibra y clorofila

Los alimentos que contribuyen a mejorar tu olor corporal son los ricos en fibra y clorofila. Esto significa que las frutas verdes y verduras son tus aliados en verano para no ahuyentar a quienes se acercan a ti. La clorofila, responsable del intenso color verde de frutas y verduras, es un desodorante natural. Este pigmento purifica el organismo, pues mejora la función desintoxicante del hígado y limpia el intestino de toxinas.

Kiwi. Getty Images

Mejor crudos o al dente

Las altas temperaturas que se alcanzan en la cocción reducen la aportación de clorofila de los alimentos verdes. Por tanto, es mejora consumir estos productos crudos o al dente. Las frutas y verduras con más clorofila y que ayudan a mejorar a tu olor son el perejil, el cilantro, el hierba huerto y la menta, la albahaca, el hinojo, los guisantes, el apio, el puerro, el brócoli, las coles de Bruselas, la lechuga, las acelgas, las espinacas, los berros y canónigos, los espárragos, los pimientos, manzanas verdes, kiwis, así como los germinados y las algas.