Los bulos no descansan por vacaciones y aunque existen empresas y organizaciones dedicadas a verificar la información que se comparte en Internet, los usuarios también tienen a su disposición herramientas con las que poder determinar su esa última información sobre las vacunas del coronavirus es errónea o puede fiarse de ella.

   El objetivo de las campañas de desinformación es generar indignación, sorpresa o rechazo entre el público, y para ello potencian las noticias falsas, buscando con ellas la rápida propagación del contenido, sin filtros.    Los verificadores de hechos son un recurso para aquellos que dudan sobre la fiabilidad de un contenido, como apuntan desde Google. Sin embargo, y aunque no lo sepa la ciudadanía, la tecnología puede ser una aliada para combatir los bulos.

   Una forma de verificar la información desde casa es precisando la búsqueda en la web y rastreando la cobertura completa en el buscador. De esta forma, si el usuario intenta encontrar la noticia en Google y ve que ningún otro medio la ha reproducido, quizá querrán engañarle.

   También puede comprobar la ubicación de los hechos con Google Earth o Street View, o revisar si la fotografía se corresponde con el contexto o si se ha utilizado antes en la red a partir de 'Buscar imagen en Google'.

   Y si estos pasos no son suficientes, desde la compañía también recomiendan profundizar en la noticia, especialmente antes de compartirla. Para ello, hay que analizar el titular, ya que en ocasiones el texto no habla de lo que en él se dice.

   En cuanto al contenido, conviene desconfiar si la información es anónima o poco transparente, si no está respaldada por ningún medio ni viene firmado por alguien. También si las fuentes no respaldan la información; las noticias falsas suelen presentar el contenido sin citar ninguna referencia o fuente oficial, como puede ser la Policía Nacional o la Guardia Civil, que las avale.

   Mención especial merecen los audios, ya que aunque parezcan más reales porque están protagonizados por personas, existe tecnología que permite suplantar la voz de una persona o tergiversar algo que ha dicho, por ello, desde Google aconsejan desconfiar si los audios que se reciben en el teléfono móvil tratan de convencer de algo sin aportar pruebas.