Como se suele decir, el amor por una colores ni se compra ni se vende. Si hace unos meses se pudo ver un ejemplo de 'rivalidad' sana de un aficionado del Athletic de Bilbao, en la grada del eterno rival, la Real Sociedad de San Sebastián; el pasado sábado se vivió algo similar en la 'Curva' del Estadio de Gran Canaria, durante el choque que midió a la UD Las Palmas y al Real Madrid.