El fuego se expandía anoche sin control por los pinares de Garafía, en el norte de la isla de La Palma, pero los equipos de extinción esperan al menos que hoy pueda ser acotado. Los trabajos de extinción en los dos focos que se mantienen activos en el incendio permiten ser optimista a la dirección de la emergencia para conseguir estabilizar el perímetro afectado, que abarca, en la última estimación, un espacio de 18 kilómetros. Son más de 1.400 hectáreas afectadas, de las que 400 han quedado totalmente calcinadas, en especial matorral y pinar.