La manifestación 'Canarias tiene un límite' se convirtió en su discurrir por el paseo de Las Canteras en un despliegue de signos de la cultura canaria. Más allá de las banderas, los manifestantes protestaron contra el modelo turístico de Canarias con tambores, bucios y silbos, a pesar del llamamiento de la organización a que no hubiera un ambiente festivo o musical.