El diseñador John Galliano deberá pagar una multa de 6.000 euros por decir que amaba a Hitler y que todos deberían morir gaseados. De ahí, los seis mil euros que es más bien una cantidad simbólica si se tiene en cuenta los elevados ingresos que el modisto ha tenido en los últimos años. Para el juez, la verdadera condena es la repercusión mundial que han tenido sus declaraciones. El diseñador ha perdido credibilidad, status y lo que es peor, su exclusivo trabajo para la firma Christian Dior.