El optimismo reina entre los aficionados del Barça desplazados a Munich para animar a los de Tito Vilanova en la ida de las semifinales de la Champions League ante el Bayern. Y también lo reflejaba el presidente Sandro Rosell a su llegada a la comida de directiva organizada por el club bávaro. Un Rosell que antes del almuerzo se vistió de corto y, como uno más, se puso en forma corriendo unos 30 minutos por las calles de Múnich. A la vuelta vimos que sudó la camiseta. Esperemos que los Messi y compañía también la suden esta noche y consigan un buen resultado.