El arqueólogo José Luján emprendió a las 11.24 horas de este martes el descenso a la Sima de Jinámar en busca de restos de los represaliados del franquismo que fueron lanzados a ese tubo volcánico en los meses posteriores el golpe de estado de 1936.

Minutos después entró Xabier Velasco, el otro inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo encargado de una primera inspección del terreno para preparar las futuras excavaciones en la cueva, que tiene una profundidad de 80 metros. Tres bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria les acompañan en esta primera bajada para velar por su seguridad y otros seis permanecen atentos en la entrada por si surgiera algún contratiempo.