El tsunami avanza imbatible. Decenas de personas lo observan desde una colina. Se oyen gritos. La ola empieza a arrasar casas y coches. Así se vivió la avalancha en una montaña de la localidad de

Minamisanriku. Uno de los testigos lo grabó. También tuvo la sangre fría de coger la cámara en pleno tsunami un vecino de Miyako, que captó como una ola de diez metros arrastraba casas, coches y camiones en su calle.