Hollande podrá gobernar en solitario,con las manos libres para afrontar la crisis y aprobar las 60 reformas prometidas en campaña. El partido socialista ha superado con holgura la mayoría absoluta, la primera que obtiene desde 1981, cuando arrasó en las urnas Francois Mitterand. Hollande tendrá incluso más poder del que tuvo nunca su referente político. Controlará la Asamblea Nacional, el Senado, el Elíseo y la sede del primer ministro.