Ayer no hacía falta meterse en el mar para darse un chapuzón. La fuerza de las olas sumieron al barrio marinero de San Cristóbal en un extraño episodio de final de agosto con 'lluvias saladas' que remojaban a todo aquel que paseaba por la avenida. La costa este y oeste de la isla de Gran Canaria se encuentra en alerta amarilla por fuerte oleaje y vientos de 50 a 61 kilómetros por hora. Este aviso fijado por la Agencia Estatal de Meteorología afectaba desde el domingo a las islas de Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro y está previsto que finalice en el mediodía de hoy.