La noche del psado miércoles, 10 de abril, se convirtió en una verdadera pesadilla para varios vecinos de San Cristóbal. Las mareas vivas, impulsadas por la luna nueva, causaron estragos repentinos en algunos núcleos costeros de Gran Canaria. Sin previo aviso institucional, la crecida del mar golpeó con fuerza el mobiliario urbano y las viviendas, especialmente en Ojos de Garza, Telde y el barrio marinero de Las Palmas de Gran Canaria, sumiendo a algunos residentes en una noche de terror.

Un escalofriante episodio marcó la vivencia de una mujer de 73 años que reside justo en el paseo marítimo. Relató en Herrera en COPE Gran Canaria cómo su nieto la alertó sobre la entrada del agua en su hogar. Habita en una casa de dos plantas: "Al asomarnos por la ventana, vimos cómo las olas invadían la vivienda", describió, una escena nunca antes presenciada que se transformó en el peor momento de su vida.