En el Puerto de Las Palmas no atracan todos los días yates que pertenecen a un jeque vinculado a la fundación de Emiratos Árabes Unidos. De ahí la expectación generada por el Opera al llegar al muelle de Santa Catalina, una embarcación de súper lujo que está entre las más grandes del mundo y que ha concentrado todas las miradas durante su escala en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria.

Mide 146,35 metros de eslora, tiene una manga o anchura de 22 metros y ocupa un volumen de 12.518 toneladas GT. Un espacio interior en el que caben muchas excentricidades, como un auditorio para disfrutar de conciertos a calzón quitado.

El barco tiene apenas dos años desde su construcción en el puerto de Bremen por el prestigioso armador alemán Lürssen. Nada se sabe de su interior porque es nuevo y no ha estado en régimen de alquiler. Lo que se sabe es lo que se ve: siete cubiertas para dejar volar la imaginación, porque ni siquiera el auditorio está del todo confirmado.