De un rebote, cuando recibió el primer pase filtrado de todo el partido, allá por el minuto 54, de Andrés Iniesta, España encontró el camino de la victoria ante Irán. Fue la solución para un partido en el que no hubo forma de abrir el marcador para la selección, ni hasta entonces ni después. También fue un alivio para el estrés al que apuntaba ya el encuentro para el grupo dirigido por Fernando Hierro, agarrado de nuevo a los goles de Diego Costa, como en el estreno contra Portugal cuando recibió el 1-0 y el 2-1 de Cristiano Ronaldo. El atacante está en racha: tres goles en el Mundial y nueve en sus últimos doce partidos con la selección.