La Policía Municipal de Madrid ha decomisado durante la última semana 8.200 juguetes que comportan un grave riesgo sanitario para la salud de los niños. La mayoría de ellos, requisados de tiendas y almacenes del distrito centro, podían provocar, si son manipulados, asfixia, toxicidad, lesiones auditivas y riesgo microbiológico, entre otros riesgos.