Cinco mil universitarios ingleses y escoceses han invadido la localidad tarraconense de Salou. Disfraces, alcohol, cuerpos semidesnudos y jaleo son el pistoletazo de salida a la edición del Salou Fest que este año se promociona con «más deporte que nunca», asegura su ayuntamiento. El deporte de levantar las copas y divertirse sin tener en cuenta la hora. Pero la imagen de la localidad costera estos días es de lamentar: jóvenes ebrios por los suelos que ensucian las calles y al playa y que con su ruido molestan a los vecinos.