Más de cien hectáreas quedaban arrasadas por el fuego que se iniciaba por la tarde en Vallirana (Barcelona). Pero el mayor peligro no residía ahí sino en la cercanía de algunas casas. Se desalojaban a 150 vecinos, los más cercanos a las llamas, que ya han afectado a algunas viviendas. Pero al resto se pedía no saliesen de sus casas. En la zona viven cerca de dos mil personas, sobre las que se mantiene el punto de mira. Trabajos que a última hora contaban con la ayuda de un viento calmado. La lluvia también apareció anoche, facilitando unas labores que hoy contarán con maquinaria pesada.