Del llanto inconsolable de Said el día que fue zancadilleado junto a su padre. A un grito incontenible de alegría a su llegada a Madrid. Parece increíble pero entre esas dos escenas sólo han pasado 9 días. Tras sufrir la agresión de la periodista húngara, anoche la prensa española recibía a Osama y a sus hijos entre aplausos. "Os quiero, quiero a Madrid, quiero a España, esto es muy importante para mi vida", decía Osama nada más llegar a Madrid.