La Dirección General de Tráfico busca proteger y seguir aumentando la seguridad de los conductores por eso está ampliando la flota de radares disponibles. Los radares tienen el objetivo de reducir los accidentes y, por tanto, también los fallecidos al volante.

Según el último informe publicado por el Observatorio de Radares elaborado por Coyote, en España la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene a su disposición alrededor de 3.000 radares para controlar las carreteras y vías españolas. Tal y como indica el II Observatorio de Radares, de los casi 3.000 totales, poco más de 2.00 serían fijos, casi 250 móviles, 400 de semáforo y 167 de tramo.

A estos casi 3.000 controles de carretera, debemos sumar ahora a la lista los nuevos radares de cruce, estos tienen como principal principio regular los cruces más peligrosos que cuenten con baja visibilidad. Por tanto, con el fin de reducir los accidentes en los cruces, la DGT ya ha anunciado que procederá a instalarlos en los cruces con mayor peligrosidad y menor accesibilidad. Su principal función será detectar la presencia de los conches en las intersecciones con el propósito de alertar a los vehículos.

A pesar de que la Dirección General de Tráfico mantiene que los radares se instalan con la finalidad de crear una red vial más segura, entre los conductores, en ocasiones, encontramos cierto descontento al respecto, ya que estos controles también se dedican a detectar infracciones de la legalidad vial vigente, generando una gran cantidad de multas a lo largo del año. Unas multas que se traducen en jugosos beneficios para la administración pública.