El denso humo del incendio se está dispersando por el valle, dejando un aire tan irrespirable en La Palma que se recomienda el uso de mascarillas y no salir a la calle en los cinco municipios más próximos a los tres focos que siguen activos. Tanto de noche como de día, continúa la lucha cuerpo a cuerpo de los 400 efectivos terrestres y de la decena de medios aéreos. El fuego apenas ha avanzado y se mantiene dentro del perímetro con 3.500 hectáreas calcinadas, 200 de ellas en la Caldera de Taburiente. Poco a poco, los desalojados regresan a sus casas. Lina logró salvar la suya de las llamas pero no la de sus padres, a solo unos metros. Mientras que Juan José, su pareja, ha perdido el almacén de la empresa de construcción y ahora tiene que volver a empezar de cero.