Hace más de tres años, con el estado de alarma que desencadenó el confinamiento para combatir la propagación de la Covid-19, el mundo animal recuperó su territorio. Fueron muchos los casos de animales silvestres que pasearon por las calles de las principales urbes de España. En el caso de Las Palmas de Gran Canaria, el descenso del tráfico marítimo alejó el bullicio de los barco ante la fauna marina como fue el caso de una ballena azul que nadó en la bahía de Las Palmas, cerca de la playa de La Laja, y que fue captada por muchas cámaras de vecinos de la zona desde sus casas.