Así lo detalla la sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas hecha pública hoy, que detalla que sobre el quinto acusado, culpable de encubrimiento, ha recaído una pena de seis meses de prisión.

La sentencia relata como hecho probado que Miguel Ángel Rodríguez Mihalic (alias Nano) estuvo en casa de las víctimas el 28 de septiembre de 2004 y propuso a José Claudio Galván Mihalic (alias Chino), Fernando Romero (Nandy) y Luis Rogelio Valido (Güí) volver el día siguiente para coger los bienes de valor que encontraran porque creía que había una estimada cantidad de dinero y drogas.

De este modo, entre las nueve y las diez de la noche del día 29, acudieron al domicilio de los fallecidos y, tras lograr que les abrieran la puerta, pues el Nano era conocido de las víctimas, el Chino propinó a Eloy Ortega un fuerte golpe que lo dejó aturdido.

Por su parte, Fernando Romero, Nandy, le dio una fuerte patada a Pedro Ortega y lo ató de pies y manos con unos cables y un cinturón, momento en el que comenzó un interrogatorio sobre la existencia de joyas, dinero o drogas.

Ante la falta de colaboración de la pareja, mientras Luis Rogelio Valido, Güí, sujetaba a Eloy por el cuello, los demás enrollaron un trozo de cable alrededor del cuello de Pedro, y mientras Nandy lo sujetaba por las piernas, los otros dos acusados lo estrangulaban con el cable al tiempo que le tapaban la nariz, lo que le provocó la muerte por asfixia.

Eloy, tras presenciar la muerte de Pedro, les dio la combinación de la caja fuerte, y los acusados, tras abrirla, cogieron las joyas y el dinero que había en su interior y registraron el resto de la vivienda, donde encontraron cuatro teléfonos móviles y una cámara de vídeo.

Con el objeto de eliminar testigos, trasladaron a Eloy Ortega hasta el dormitorio, le ataron las manos con un cable, enrollaron un cinturón entre sus piernas, y mientras Nandy limpiaba el salón, el Chino trató de asfixiar a Eloy, y como no lo logró, el Nano y Güí tiraron del cable anudado en su cuello hasta estrangularlo.

Los acusados, que habían usado guantes y calcetines para evitar dejar huellas, abandonaron la vivienda y se dirigieron a la zona del Rincón para repartirse el botín.

Luis Rogelio Valido le entregó su parte a Sergio Sánchez, quien lo guardó a sabiendas de su procedencia ilícita.

La mañana del 30 de septiembre, la capital grancanaria amaneció con la noticia de que los cadáveres de dos hombres, Eloy Ortega, peluquero nacido en Jaén de 47 años, y Pedro Ortega, canario de 33 y transportista, habían sido encontrados por la mujer de la limpieza, hecho que consternó a los vecinos, que calificaron a los fallecidos como personas "fabulosas".

Los informes forenses determinaron que ambos sufrieron varias horas de torturas brutales antes de su muerte y agresiones sexuales.

Los cuatro acusados fueron declarados culpables de dos delitos de asesinato y dos de detención ilegal en concurso medial con uno de robo con violencia.