La incorporación del mar que se enmarcará dentro del contorno perimetral del Archipiélago como superficie de la Comunidad Autónoma de Canarias abre destacadas posibilidades de gestionar recursos marinos. Entre estas potencialidades, se incluyen algunas de las zonas en las que Repsol ha solicitado realizar prospecciones petrolíferas, que se localizan a cuatro millas de la costa oriental de Fuerteventura y que entrarían en el 'mar canario'.

La Ley de Aguas Canarias, que se prevé ratificar en el Senado la próxima semana con el apoyo de CC y el PSOE, presenta una "extraordinaria importancia" para la administración regional ya que no sólo supone el reconocimiento a su identidad territorial archipielágica, sino por el derecho jurisdiccional que le ofrece sobre variados aspectos relacionados, sobre todo, a la seguridad, a la protección medioambiental y a los recursos que contienen dichas aguas.

"Esta ley tiene mucha más transcendencia que la que pretenden darle el PP y el PSC", señaló ayer el secretario general técnico de Presidencia del Gobierno canario, Fernando Ríos, quién resaltó que la comunidad autónoma podrá gestionar las competencias que ya tiene en tierra en su nuevo ámbito marino, entre las que se incluyen las autorizaciones a explotaciones de crudo. La Comisión Bilateral Canarias-Estado acordó este lunes en Gran Canaria reunirse en enero para resolver las colisiones que el 'mar canario' pueda tener con leyes sectoriales básicas, como la de hidrocarburos.

La ley de Aguas Canarias multiplicará por seis la superficie actual, que pasará de 7.447 a 40.000 kilómetros cuadrados, igualando así con países como Holanda o Dinamarca. La ordenación territorial, el medio ambiente, la implantación de energías generadas por el movimiento de olas o el viento, la pesca, la observación de cetáceos o investigaciones oceanográficas, son algunas de las competencias que el gabinete de Paulino Rivero considera puede gestionar también en su territorio marino.

El diputado del PP, Guillermo Mariscal, quien ha señalado que esta ley no tiene "ninguna transcendencia", reiteró ayer que el mar canario no supone "una asunción de competencias por si misma" y resaltó que el Gobierno de Aznar en 2003 consiguió la consideración de Canarias como zona marítima de especial sensibilidad "y eso trajo consigo que los barcos pasen obligatoriamente por unos pasillos determinados".

Por su parte, el diputado de CC, José Luis Perestelo, indicó que con esta iniciativa "Canarias deja de ser sólo siete islas y se reconoce como un archipiélago". El portavoz nacionalista expuso que este es el primer paso para que "Canarias con España tenga el control exhaustivo de su mar, y eso es algo positivo".