El presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, dejó ayer claro que una simplificación de la maraña de leyes sobre el suelo existente en Canarias "no se puede confundir" con que el territorio se vaya a regular por "la ley de la selva y que cada uno haga lo que quiera".

"No nos podemos aprovechar de que estamos en crisis para de nuevo volver a flexibilizar actuaciones en el territorio de las que nos tengamos que lamentar dentro de diez años, y que sólo benefician a cuatro pero perjudican el interés general de todos los ciudadanos", señaló Rivero, sobre la propuesta de empresarios para derogar la primera moratoria y elaborar una nueva ley del territorio.

El presidente del Ejecutivo canario rechazó además la tesis que para la necesaria rehabilitación de la planta alojativa turística se tenga que modificar la normativa. Por el contrario, apuntó que la Ley de Medidas Urgentes de 2009 "permite abordar la renovación de las áreas tratadas e incluso habilita que se tramiten planes de modernización de zonas turísticas para una actuación más ágil".

Rivero, que se mostró partidario de simplificar y desburocratizar la compleja legislación territorial", consideró que "el bien más preciado que tiene Canarias es su paisaje" e indicó que en su conservación y equilibrio con la población está "el elemento clave para darle soporte al turismo de calidad que va a permitir a Canarias liderar el sector turístico en el mundo". El presidente defendió la necesidad de contar con un órgano como la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) en donde participan todos los agentes "y que sirve como fiscalizador de las actuaciones sobre el territorio".