La cacerolada convocada en la tarde de este viernes en el Parque San Telmo por el colectivo 'indignados' ha recorrido la calle Triana de manera pacífica y sin registrar incidentes. Los manifestantes atravesaron la conocida vía al grito de "cultura, trabajo y libertad" y "Aquí está la cueva de Alí Babá", al pasar por delante de algunos bancos de la zona. En concreto, la cacerolada, que ha transcurrido de manera pacífica, atravesó Triana desde el Parque San Telmo en dirección a la plaza de las Ranas, con baja presencial policial. Tras la marcha, compuesta por gente de todas las edades pero principalmente jóvenes, el colectivo celebró una asamblea para decidir su próximo movimiento.

No son tantos como en la Puerta de Sol en Madrid, pero también quieren formar parte de un movimiento que refleja sus inquietudes, que busca un cambio ante un sistema que no les representa. Los 'indignados', que se reúnen en Parque de San Telmo de la capital grancanaria desde el pasado lunes, han acogido con alivio este viernes por la mañana la decisión de la Delegación del Gobierno de no desalojarlos durante la jornada de reflexión de este sábado, a pesar de la resolución tomada el jueves por la Junta Electoral Central que prohibía la protesta.

Pero hasta entonces, San Telmo no descansa. En la asamblea celebrada este viernes por la mañana los participantes han decidido transformar la sentada convocada en el parque para las 18.00 horas en una 'cacerolada', para elevar sus quejas y llegar a más población. "Este sábado apoyaremos la reflexión desde San Telmo con una manifestación silenciosa", aclara el colectivo, pero hoy no quieren silenciar sus voces.

Estudiantes, abogados, policías, funcionarios, médicos e incluso políticos se acercan cada día al colectivo para informarse, intentar entender sus propuestas, colaborar o conversar, y sobre todo debatir. San Telmo es un hervidero de discusiones pacíficas sobre el presente y el futuro de la sociedad canaria y española, un ir y venir de ciudadanos preocupados que se esfuerzan por darle forma y sentido a una protesta que se ha extendido ya a más de 70 ciudades españolas.

"Al menos nosotros contamos con el apoyo de la Administración y eso nos tranquiliza", reconoce Abdón Barbeito, uno de los jóvenes que han pasado ya varias noches en el parque, y sin embargo, no van a arriesgarse. "Nos han aconsejado que lo importante es que nos manifestemos sin símbolos ni alusiones políticas o en contra de los políticos", explica.

"No estamos solos y lo sabemos", aclara Barbeito, "por aquí han pasado ciudadanos o representantes de bares y establecimientos a dejarnos agua y víveres e incluso un hotel nos ha acercado sábanas para poder pasar la noche". Quizás haya más colaboración que representación en los jardines de San Telmo, algo que reconocen los promotores de la protesta.

Unanimidad en la toma de decisiones

Cada día a las 12.30 y a las 20.00 horas, los 'indignados' organizan asambleas participativas y cualquier decisión que afecta al colectivo tiene que ser tomada obligatoriamente en el seno de dichas reuniones. Los participantes aseguran que hasta ahora "todas las decisiones se han tomado por unanimidad" y de forma pacífica, incluso cuando la urgencia en la búsqueda de soluciones ante conflictos apremia. "No hemos vivido conflictos serios entre nosotros", puntualizan, "pero sí diferencias de opinión sobre los símbolos a utilizar o sobre los grafitis que han realizado algunos de los participantes a título personal".

Los 'indignados' piden una reforma electoral, un sistema de representación asamblearia horizontal, transparencia política y la anulación de los privilegios de los políticos (sueldos desmesurados y vitalicios) y del sistema bancario, buscan puntos comunes a un sentimiento de descontento general que comparten muchos canarios.