Casi cien mil canarios pagarán el mayor esfuerzo del incremento de tipos del IRPF, que ya notaron en sus nóminas de febrero. Estos isleños, que cobran entre 33.000 y 120.000 euros -rentas de clases medias- abonarán algo más de la mitad del incremento recaudatorio de Hacienda, es decir, 71 millones, con un descuento medio en las nóminas de 711 euros anuales. La Agencia Tributaria tiene previsto ingresar por el Impuesto de la Renta este año 138 millones extras en el Archipiélago.

El aumento del IRPF aprobado por el Gobierno central el pasado 30 de diciembre afecta a más de 757.000 canarios, que ya han visto reducidas sus nóminas en febrero. La subida es progresiva: suben más los que más cobran, aunque el principal esfuerzo recae sobre los salarios medios. La medida aprobada por el Gobierno central el pasado 30 de diciembre supone un incremento de las retenciones durante este año y 2013.

Los sueldos más bajos apenas notarán el incremento. En Canarias, donde casi la mitad de los asalariados son mileuristas, el mayor impacto se centra en los tramos comprendidos entre los 33.000 y los 120.000 euros, con cerca de 100.000 contribuyentes. Por volumen, Hacienda obtendrá también un buen pellizco entre los trabajadores que obtienen ingresos entre los 17.707 y 33.000, que suman 198.400 asalariados.

Circunstancias

Las retenciones en las nóminas oscilan también en función de las circunstancias personales y familiares de los contribuyentes. Por ejemplo, un contribuyente tipo, sin hijos y con un sueldo bruto de 30.000 euros al año recibe cerca de 23 euros menos en su nómina. Esta retención se puede ver modificada por los llamados "mínimos personalizados", es decir, circunstancias personales o familiares como los hijos, la convivencia con ascendientes mayores, discapacidad, etcétera.

Aunque en un principio se temía que la retención fuera el doble en la nómina de febrero para incluir también el descuento de enero, al final el impacto del primer mes del año se prorrateará durante los próximos meses para evitar que el descuento fuera mayor. Las empresas están obligadas a realizar mensualmente el cálculo de las retenciones del impuesto para que las declaraciones de la renta sean neutras, es decir, no haya nada que pagar.

La estructura salarial de Canarias refleja que las rentas más altas, las que reciben unos ingresos superiores a los 120.000 euros al año, sólo sumen un total de 3.423 declarantes en Canarias, lo que no llega al 1% del total de contribuyentes que presentan el IRPF en las Islas. En estos tramos Hacienda prevé recaudar 26 millones de euros.

Por otro lado, los salarios más bajos, hasta 17.707 euros anuales, abarcan a 454.947 contribuyentes, que apenas verán en sus nóminas el descuento de Hacienda ya que supondrán una media de 2 a 5 euros al mes. El tramo comprendido entre los 17.707 y los 33.000 euros anuales afecta a cerca de 200.000 declarantes, siendo el 26,2% de los contribuyentes canarios.

Por provincia, de los 138 millones de euros extras que Hacienda espera recaudar en Canarias, a la provincia de Las Palmas corresponden 74 millones, mientras que a la provincia de Santa Cruz de Tenerife serán 10 millones menos, hasta un total de 64 millones de euros.

En todo caso, las medias aportadas por Gestha no dibujan con exactitud el impacto de la subida del IRPF en los sueldos de los asalariados, que además empeora por la obligación que tienen las empresas de redondear al alza el porcentaje de retención que están obligadas a hacer en las nóminas de sus trabajadores. Así, Gestha calcula un impacto de en torno a 1.200 euros anuales en el tramo de rentas comprendido entre 53.000 y 120.000 euros. Pero la cifra real es en realidad mucho mayor según se sube en la escala. Así, un trabajador con una renta de 45.000 euros brutos al año perderá 34 euros mensuales de liquidez (unos 500 euros al año si se computan 14 pagas), pero otro con un sueldo de 70.000 euros perderá una media de 107 euros al mes, es decir, casi 1.500 al año. Las cifras se disparan en el tramo más alto de esta franja de sueldos. Así, un asalariado de 90.000 euros al año perderá en su nómina más de 300 euros mensuales, o lo que es lo mismo, 3.700 al año. Y es que la rebaja real en el salario se ve empeorada por el efecto del redondeo en las retenciones. Hacienda obliga a las empresas a redondear al alza el porcentaje de retención, lo que significa para muchos contribuyentes una merma de salario aún mayor que la derivada de la propia subida del IRPF.