El Gobierno de Mariano Rajoy dio ayer luz verde a las prospecciones petrolíferas de Repsol junto a las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Menos de tres meses después de que el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, tomara posesión de su cargo y adelantara ese mismo día (22 de diciembre) su disposición a "estudiar la viabilidad de las prospecciones" en una entrevista concedida a LA PROVINCIA, el Consejo de Ministros aprobó el real decreto que convalida la autorización paralizada desde hace ocho años.

La autorización ha sido concedida, señala la disposición firmada por Soria, después de que se ha "cumplimentado el trámite final de audiencia, cuyas alegaciones y comentarios han sido convenientemente valorados".

El Gobierno regional y los cabildos lanzaroteño y majorero dispusieron de 20 días, a partir del 8 de febrero, para dar a conocer su posicionamiento ante Industria. Todos respondieron en contra, mayoritariamente por razones medioambientales y de riesgo para el turismo como primera industria de la Comunidad Autónoma, y esperaban una valoración del Ministerio antes de que el real decreto fuera llevado a la consideración del cónclave ministerial.

Las alegaciones contrarias a las prospecciones advierten que están en vigor los riesgos para la naturaleza que llevó en febrero de 2004 al Tribunal Supremo a anular el permiso para la petrolera.

Sin embargo, el Gobierno central entiende que el real decreto que sustenta la autorización solventa los errores de control medioambiental hallados por el alto tribunal. Para ello se incluye en la disposición un nuevo artículo -denominado 2 bis- en el que, a diferencia del decreto inicial (de 2001), obliga a Repsol a elaborar un estudio de impacto ambiental -conforme a la Ley de Evaluación Ambiental- que deberá ser sometido a un proceso de información pública.

Además la petrolera deberá presentar para cada una de las actuaciones que vaya a acometer: un plan de gestión con medidas preventivas y correctivas y un plan de contingencias medioambientales. En este último debe incluir las medidas a adoptar para "la lucha contra la contaminación por derrames de hidrocarburos".

Otra de las modificaciones respecto al permiso de 2001 es que se da a Repsol cuatro años para llevar a cabo los trabajos "exploratorios" de hidrocarburos, en "al menos dos pozos". Ocho años atrás el número de minas se limitó a dos.