La dirección del PSC trasladó su preocupación a Paulino Rivero y a Coalición Canaria por las consecuencias del Congreso de la formación nacionalista en el caso de que el jefe del Ejecutivo regional saliese derrotado por el sector renovador. Los socialistas temían por la estabilidad del pacto de gobierno si Rivero no pilotaba la nueva etapa de CC.

Fuentes nacionalistas aseguran que en las filas del PSC había "cierta confusión" por los objetivos de la corriente crítica que se abrió paso en el cónclave de CC. De hecho, la inquietud se extendió entre los miembros socialistas del Ejecutivo regional por la inestabilidad que suponía un cambio de rumbo en la dirección nacionalista.

El PSC ve positivo el cambio de modelo organizativo de su socio de gobierno porque tiene muchas similitudes con la estructura del PSOE, pero el fuerte debate interno abierto por la oposición de Tenerife y La Palma y las aspiraciones de dirigentes como José Miguel Ruano preocupaban a los socialistas.

La estabilidad del pacto de gobierno está ligada no sólo al control del tándem Rivero-Barragán sobre la formación nacionalista, sino también a la continuidad de José Miguel Pérez al frente del PSC. La incapacidad del sector crítico a Pérez de articular una candidatura alternativa deja vía libre al secretario general del PSC para continuar en el máximo cargo orgánico de los socialistas canarios. No obstante, se prevé que, al igual que Rivero, Pérez salga debilitado internamente del próximo Congreso regional.

Por otro lado, en el ámbito interno, en el sector crítico de CC se mezcla un grupo de dirigentes que cree en la renovación para cambiar el rumbo del partido y están en contra de que Rivero concentre todo el poder. Pero también está el grupo que aglutina a una buena parte de los palmeros de Antonio Castro y el núcleo duro de ATI que tienen sus reparos con el actual pacto de Rivero con el PSC.

Los renovadores evaluaron durante el Congreso presentar a Ana Oramas pero temían perder y la posibilidad planteada por los renovadores de que Rivero apadrinara una candidatura de integración fue rechazada por Barragán y Javier González Ortiz.