El acuerdo para situar al puerto de La Luz como sede del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para distribuir la ayuda humanitaria hacia África es uno de los argumentos utilizados por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ante la Asamblea General de la ONU para solicitar el ingreso de España como miembro no permanente del Consejo de Seguridad en el bienio 2015-2016. Rajoy defiende la presencia de España por su contribución a la paz y la seguridad mundiales con ejemplos como la misión en Afganistán, el apoyo contra la piratería en las aguas del océano Índico y la lucha contra el hambre en África.

El puerto de La Luz ya es sede de la Cruz Roja Internacional para distribuir los alimentos y la ayuda humanitaria de esta organización no gubernamental hacia el continente vecino. Esta experiencia ha servido para que tanto el Gobierno español como las instituciones canarias y el puerto de La Luz hayan hecho valer la posición estratégica de las Islas y del recinto portuario grancanario como lugar de escala y transbordo del Programa Mundial de Alimentos, organismo de la ONU encargado de repartir ayuda humanitaria en distintos lugares del planeta.

Hace unos días el Boletín Oficial del Estado publicó la aplicación del acuerdo por el cual el PMA prevé el establecimiento de una oficina en Madrid y una antena del Depósito de Suministros Humanitarios de las Naciones Unidas (Unhrd), así como unas instalaciones de transbordo y "preposicionamiento" de alimentos -ambas en el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria-, aunque podrá crear otras adicionales para llevar a cabo sus funciones, previa autorización del Gobierno.

La situación en el norte de Malí también forma parte del discurso de Rajoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, evidenciando la preocupación del Ejecutivo español por la desestabilización de esta zona del África Occidental, a 1.300 kilómetros de Canarias, que está dominado por grupos terroristas vinculados a Al Qaeda. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo dijo recientemente que los extremistas islámicos buscan un estado propio en Malí después de fracasar en Afganistán y Somalia.

Respuesta rápida

Por su parte, el presidente francés, François Hollande, pidió ayer una rápida respuesta de la ONU para apoyar una acción militar de los países de África Occidental contra los grupos terroristas que han tomado el control en el norte de Malí. La situación en la región del Sahel requiere una acción "urgente", afirmó Hollande ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde también resaltó la necesidad de que la organización actúe en el conflicto sirio.

Sobre Malí, Hollande recalcó que la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) tienen que tomar "decisiones valientes", en referencia a una posible acción militar en apoyo del Gobierno de Bamako. "Las autoridades de Malí han hablado, así que no hay que perder más tiempo", recalcó sobre la petición que ese país formuló al Consejo de Seguridad para que autorice el despliegue en su territorio de una fuerza militar de la Cedeao para apoyarle en su intento de recuperar el control del norte de la nación. Hollande está dispuesto a ofrecer apoyo político y logístico para la misión militar africana en en el norte de Malí.