El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, augura una gran batalla contra el Estado para frenar las prospecciones petrolíferas que quiere llevar a cabo en aguas canarias el consorcio formado por Repsol, RWE Dea AG y Woodside Energy Iberia. "Será una batalla social, jurídica y política. Y la política va a ser dura, larga e intensa", afirmó.

Rivero, que ayer presentó el Plan de Acción Global contra la búsqueda de petróleo junto a los presidentes de Fuerteventura, Mario Cabrera, y de Lanzarote, Pedro San Ginés, dejó tres cosas claras: que su Gobierno no decaerá en la lucha, que buscará apoyos internacionales y que no da credibilidad al ministro de Industria, José Manuel Soria.

Cansado del trato que, en su opinión, el Gobierno de Mariano Rajoy dispensa a las Islas, el dirigente canario aseguró que puede soportar ciertas cosas, pero no aquellas que comprometen el futuro de la Comunidad Autónoma. "Si el Gobierno de España no quiere cumplir con Canarias, que no cumpla. Puede traicionarnos y no cumplir con nuestro Régimen Económico y Fiscal; también puede reducir las ayudas al transporte, paralizar las obras de carreteras y vulnerar el Plan Integral de Empleo, impidiendo que se generen 10.000 empleos más. Pero lo que no permitiremos es que tome decisiones que comprometen el futuro de Canarias", dijo.

Rivero resaltó la importancia del turismo para la supervivencia del Archipiélago. El 51% del PIB de Lanzarote y Fuerteventura procede de los servicios turísticos y el 54% de las personas que trabajan en esas islas lo hacen directamente en ese sector. "Esto", subrayó, "es incompatible con las prospecciones".

Acciones

Por su parte, el presidente de Fuerteventura, Mario Cabrera, señaló que se están llevando a cabo medidas coordinadas con ONG y asociaciones de ecologistas para evitar la búsqueda de petróleo, "una búsqueda que el PP ya ha reconocido que se hará a 9,5 kilómetros de la punta de costa más cercana, la de Fuerteventura".

Cabrera también puso sobre la mesa el respaldo científico logrado, al que calificó como "el mayor de la historia de Canarias", así como de organizaciones de países como Australia, Alemania y Estados Unidos.