El horario peninsular está desfasado. Geográficamente, a la Península le corresponde la hora solar del meridiano de Greenwich, la misma de Canarias, pero Franco decidió cambiarla en la Segunda Guerra Mundial por su empatía con Hitler e impuso adelantar una hora el reloj para acoplarse a Alemania. Esta es una de las claves que explica por qué en España se come y cena más tarde que en el resto de Europa. En Canarias se hace por mimetismo.

Ahora, desde el Congreso se está promoviendo que la Península recupere su horario. Los expertos que han asesorado a la subcomisión para el estudio de la racionalización de horarios y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral -que hoy se reúne a puerta cerrada tras retrasar la reunión prevista ayer- indican que el hecho de que la Península y Baleares no tengan el horario que les corresponde afecta negativamente a la productividad y aumenta el absentismo laboral, el estrés, los accidentes y el fracaso escolar.

Que amanezca mucho más tarde que en otros países y que en verano en algunos lugares no anochezca hasta pasadas las diez de la noche tiene repercusiones en la vida laboral y familiar. Los españoles duermen poco, casi una hora menos de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala el informe de la subcomisión. Recuperar el horario que tenían hace siete décadas es uno de los objetivos que propone el documento que se estudia en el Congreso, junto con otras medidas para racionalizar el tiempo y cambiar los hábitos. Canarias dejaría de tener así una hora menos.

El desfase del huso horario hace que los españoles almuercen más tarde que el resto de los europeos, normalmente a las dos de la tarde, que se corresponde con la una en el horario de Greenwich.

Este desfase tiene también su repercusión en las jornadas laborales, que tanto en España como en el Archipiélago se alargan demasiado, afirma el presidente la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, Ignacio Buqueras, que ha asesorado a la subcomisión del Congreso. Mientras en Europa tardan 45 minutos en comer, en España ocupan dos horas, tienen jornada partida y salen de noche. Cenan más tarde y se acuestan a unas horas impensables en Europa. Esto provoca mayor cansancio y estrés.

Según psicólogos consultados el cuerpo segrega melatonina desde que anochece y se prepara para relajarse. El hecho de que las personas se acuesten más tarde provoca malestar que afecta a la vida laboral y personal.

El informe propone que se haga un estudio socioeconómico para conocer la incidencia del cambio del huso. Además recomienda que se dejen de emitir programas televisivos de prime time después de las once de la noche.