La presión social obligó al Parlamento de Asturias a modificar el régimen salarial de sus diputados para que tributaran por todos los ingresos que perciben. Son los primeros de toda España que lo hacen desde octubre. Galicia ha anunciado que copiará la iniciativa antes de diciembre, pero en Canarias, por ahora, los diputados no prevén renunciar a sus privilegios fiscales.
El sistema retributivo depende de la Mesa del Parlamento, compuesto en el caso de las Islas por dos representantes del Grupo Nacionalista Canario, dos del PP y uno del PSC-PSOE. Suele haber complicidades interesadas y este órgano rector de la Cámara se niega a divulgar las nóminas de sus señorías, con el detalle de las dietas, las incompatibilidades y declaraciones de bienes, como sí publican otras asambleas legislativas.
Los únicos acuerdos que se conocen de la Cámara isleña datan de abril y mayo del pasado año sobre cifras generales de sueldo mensual y paga extra de los 50 de los 60 diputados con dedicación exclusiva, a los que se redujo un 5% debido a la crisis y para salvaguardar la sostenibilidad de las cuentas públicas.
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