¿Qué balance hace de los resultados de Ciudadanos?
Nosotros estamos bastantes contentos aunque la gente no lo entienda, porque pasamos de 4.000 votos en las Europeas a casi 54.000 en menos de un año y con unos recursos económicos limitados. Hemos entrado en casi todas las administraciones canarias y el porcentaje de votos respecto a otras comunidades autónomas es bastante favorable. La experiencia personal también ha sido buena. Me ha hecho crecer como persona y también como política.
¿Qué sensación le queda al haberse quedado fuera del Parlamento después de sumar más de 53.000 votos en las urnas?
Ninguna de esas personas se va a quedar sin voz, porque si no podemos defenderlos dentro del Parlamento trabajaremos desde fuera para que se les escuche a ellos y se nos escuche a nosotros. Que nadie dude de que vamos a trabajar por esas personas que han depositado su confianza en nosotros. La verdad es que fue una noche electoral muy intensa, porque el porcentaje rozaba la barrera del 6% regional. Ahora que se habla de la ley electoral tengo que decir que nosotros sabíamos las reglas con las que jugábamos. Sabíamos cuál es la barrera y no ha sido posible entrar esta vez por escasas centésimas. Pero lo lograremos. Sin embargo, es necesario abrir el debate del cambio de esta ley. Yo aplaudiré el momento en el que los partidos que van a gobernar empiecen a cumplir sus programas y cumplan con la parte concreta en que decían que van a revisar esta ley.
Sus 54.000 votos no valen un diputado, pero Curbelo obtiene tres con 5.000 y Coalición 11 con 35.000 en cuatro islas periféricas. ¿Se siente estafada?
No, porque sabíamos a lo que nos ateníamos. Pero sí que nos sentimos responsables por no poder defender esta gente en el Parlamento. Pero ya le digo que los haremos desde fuera. Además, no se trata de minusvalorar el trabajo de otras fuerzas políticas. Sí creemos necesario llamar la atención y hacerle llegar al ciudadano que las barreras electorales de las islas son desproporcionadas. Estamos muy por encima de los topes nacionales. Creo que no existe otro modelo con un 6% y, con esto, tenemos un sistema, desgraciadamente, de los más desfavorables del mundo y hay que trabajar en él. Esta barrera estaba en un 3% y el gobierno de CC decidió subirlo en 1996 al 6%. Entendemos que lo hicieron con el interés de favorecer a los partidos clásicos. Pero, no se trata de quitar representatividad. Nosotros trabajaremos para se revise. De hecho, estamos elaborando un proyecto en el que todas las islas se sientan representadas y con un valor del voto más equitativo. Desde que lo finalicemos, lo publicaremos.
Pero, ¿no siente frustración después de tanto trabajo?
Es que las cosas se pueden ver desde dos puntos de vista y, desgraciadamente, al canario se le ha vendido toda la vida el discurso del victimismo y el abandono. Además, te queda por pensar qué hubiera pasado si hubiéramos hecho algo distinto o llegado a otro pueblo más y que no nos dio tiempo. Quizás, yo tenía que haber hecho algo más. Eso es algo que siempre tendré dentro, pero intento dar paso a otra lectura. Por eso digo que es buen resultado. Es maravilloso haber logrado 54.000 votos en tan poco tiempo y el partido así lo cree.
¿Es necesaria la reforma?
Sí, claro. A nadie le queda ya ninguna duda de que la ley es desproporcionada, que las barreras son desorbitadas y que se tiene que cambiar. Pero esto solo se conseguirá si las fuerzas políticas empiezan a pensar en los canarios y dejan de hacerlo en sus nichos de voto particulares. Si realmente se piensa en los canarios se cambiará esta ley y se sustituirá por otra que sea proporcionada y que represente a todos. Pero si se sigue pensando en intereses electoralistas, mucho me temo que pasaran otros cuatro años sin que nada cambie.
Muchos han llevado en campaña el tema de la reforma. ¿Cree que se llevará a cabo o volverá a quedarse en nada?
No han sido muchos, han sido todos. No diré si confío o no. Solo espero que cumplan con lo que llevan semanas prometiéndole a la gente y que en muchos casos sabían que no era real. La diferencia respecto a otros años es que Ciudadanos está aquí y se nos va a oír para que se cambie esta ley electoral y muchos otras cosas en las Islas. No vamos a dejar de trabajar porque no estemos cobrando. No dejaremos que esto sea una moda pasajera como en otras ocasiones.
¿Le ha costado dinero de su propio bolsillo?
Sí. Hemos puesto mucho de nuestro capital personal y en la medida en que cada uno ha podido. Pero, lo hemos hecho porque creemos en este proyecto y, personalmente, no me arrepiento de uno solo euro que me he gastado en esta campaña. En absoluto.
¿Qué le parece que ahora Paulino Rivero abogue por la reforma electoral?
Me parece oportunista. Si lo hace para traerlo a debate me parece genial, pero lo que pasa es que esto es, más bien, parte del pulso interno que tiene con el nuevo líder de su partido. No es algo que entienda como una necesidad. Que no se le haya ocurrido antes, con los años que lleva gobernando, me parece alarmante.
¿Seguirá como cabeza visible de Ciudadanos en Canarias?
Lo primero es resolver aquellas administraciones en las que estamos presentes. Pero, supongo que en una o dos semanas nos pronunciaremos sobre cómo va a quedar el partido y mi papel dentro de la formación. Yo le puedo decir que me he sentido muy arropada y seguiré trabajando igual que ahora para defender este proyecto. Esto no es un partido efímero. Los que estamos en Ciudadanos creemos que este proyecto merece la pena y que Canarias necesita una formación como la de Ciudadanos.
Usted definió esta experiencia como un aprendizaje, ¿con qué lección se queda?
Yo antes pensaba que el esfuerzo no es suficiente para cambiar las cosas, pero ahora pienso que sí sirve. Nosotros no hemos perdido la guerra. Vamos batalla a batalla. Por eso, me quedo con el valor de un grupo de personas desinteresadas que creen en este proyecto. Por esto merece la pena seguir y por la gente que nos ha votado.
