Tampoco ayer pudo descartarse alguna de las hipótesis que se barajan sobre el paradero de los tres militares desaparecidos el jueves en aguas del Atlántico. Ni los buceadores de la Armada ni los submarinos operados por control remoto pudieron hallar la cabina del helicóptero de SAR en que viajaban. Los medios desplegados han ampliado la búsqueda de los restos del aparato a un área cuadrada de veinte por veinte kilómetros, según informó en la tarde de ayer el ministro de Defensa, Pedro Morenés. Siete embarcaciones y catorce aeronaves españolas y marroquíes conforman el operativo. Mientras, el juez togado militar desplazado a la zona decidió decretar el secreto de las actuaciones.

"No se ha encontrado la cabina", confirmó el ministro, lo que impide comprobar si están o no en su interior los tres tripulantes: el capitán José Morales, el teniente Saúl López y el sargento Jhonander Ojeda. Siguen abiertas todas las posibilidades para explicar un suceso que se inició con un despropósito informativo. Defensa, dando por buena una información de Marruecos que llegó hasta la Embajada de España, afirmó tras el siniestro que los tres militares se encontraban en buen estado y viajaban a bordo de una embarcación marroquí rumbo a Dakhla.

Pedro Morenés optó ayer por no echar más leña al fuego sobre el asunto y afirmó que en su opinión Marruecos transmitió esa información porque realmente creía que era del todo cierta. En varios momentos de su intervención agradeció la colaboración que ha brindado el reino alauí en las labores de control de las embarcaciones que navegan por un rectángulo de 400 por 60 kilómetros. El objetivo es descartar que los desaparecidos viajan en una de ellas contra su voluntad.

La teoría del secuestro

El titular de Defensa insistió en que hasta la noche de ayer no podía darse por cerrada ninguna vía. Eso incluye mantener viva la del secuestro. "En esa hipótesis estamos con labores de inteligencia, pero no voy a ir más allá por razones obvias", explicó el ministro. Sobre la vigilancia que se mantiene en torno a las embarcaciones de la zona señaló que no se ciñe en exclusiva a descartar la retención de los tripulantes en una de ellas, sino también a la localización de restos del aparato.

Un helicóptero Súper Puma español, y un Puma y un avión Defender marroquíes se alternan en el sobrevuelo de la zona en la que se produjo la desaparición del helicóptero. En la más amplia, en la que se trata de localizar pesqueros y otras embarcaciones, se emplean dos aviones Casa 235 alternativamente. Además, ayer se produjo en Dakhla el relevo de un helicóptero HD 21 por otro de iguales características enviado desde la Base Aérea de Gando. Otros dos Casa 295 y cuatro F18 están en situación permanente de alerta en las instalaciones militares grancanarias para apoyar las operaciones.

En el mar, El Camino Español coordina las operaciones y desempeña labores de búsqueda, además de apoyar a los buceadores. El buque noruego Olympic Zeustrabaja con sus dos submarinos controlados desde superficie para localizar restos del aparato, objetivo para el que también cuenta con un sónar de barrido lateral. Marruecos aporta dos patrulleros que apoyan la búsqueda. Desde Huelva se espera la llegada al Arsenal de Las Palmas de dos cazaminas de la Armada también provistos de sónares de barrido lateral. Se aprovisionarán en la capital grancanaria y continuarán camino hacia la zona del accidente. El mismo periplo seguirá el buque de acción marítima Rayo, que cuenta con helipuerto, lo que evitará que los aparatos tengan que aterrizar y despegar desde Dakhla.

A esa ciudad del Sáhara Occidental, la antigua Villa Cisneros, estaba prevista en la noche de ayer la llegada de dos aviones Cesna de la Armada a bordo de los que viajaban seis buceadores que partieron desde Cartagena.

El ministro incidió ampliamente en el tamaño del operativo puesto en marcha y anunció que los trabajos se mantendrán "de forma ininterrumpida" hasta encontrar a los tres desaparecidos, que regresaban de unas maniobras de adiestramiento en Senegal y pararon a repostar en Mauritania antes del siniestro.

Morenés se pronunció asimismo en torno al hecho de que sea nuevamente un helicóptero Súper Puma el protagonista de un segundo accidente en menos de dos años. "Me parece enormemente duro", afirmó para a continuación aclarar que el de marzo del año pasado se produjo en el transcurso de "una operación, complicada, era de noche". El titular de la cartera de Defensa resaltó asimismo que la comisión interministerial que se creó para analizar las causas determinó que estas no estaban "vinculadas a la estructura ni tecnología del aparato".