Hasta bien entrada la noche del martes los grupos parlamentarios intentaron hallar un punto común que permitiera una declaración institucional contra la crisis de Estado que ha abierto el proceso de independencia de Cataluña. No fue posible y la proposición no de ley (PNL) presentada por el Grupo Popular quedó sobre la mesa y pendiente de negociación para cristalizar en el próximo pleno.

Todos los grupos se mostraron de acuerdo en el acierto que supuso el aplazamiento en lugar de haber afrontado la cuestión desde posiciones divergentes. "Por lo menos vamos a intentarlo", señaló el portavoz de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez.

El texto presentado por los populares no gustó al resto de grupos, que no veían reflejadas en él algunas cuestiones de calado de sus respectivos idearios. "No hay más que leer los antecedentes y la parte expositiva de la PNL y la dispositiva para entender que no siempre el concepto de la unidad de España y de la pluralidad de los pueblos que la componen se comparten y coinciden en todas las fuerzas políticas", detalló el portavoz socialista, Iñaki Lavandera. Avanzó, además, la fórmula para llegar a un espacio de confluencia: "Estamos en el punto en el que ninguno debemos tener todas las pretensiones sobre la mesa, cada uno debe ceder".

"Hay que respetar las diferentes sensibilidades de los grupos de la Cámara", coincidió el portavoz del Grupo Nacionalista, José Miguel Ruano. En otras palabras, el texto presentado por los populares no contemplaba cuestiones como la reforma de Constitución ni "referencias al derecho de la autonomía de las nacionalidades y regiones".

Por su parte, el portavoz del Grupo Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, definió el momento que está viviendo Cataluña como "enormemente grave" y por ello explicó que cualquier iniciativa que se adopte tiene que ser "medida, responsable, a ser posible sin partidismo y en la línea de no echar leña al fuego".

En la misma línea se manifestó el portavoz de los socialistas gomeros, Casimiro Curbelo, para quien será difícil que alguien esté en contra de un contenido que defienda "la unidad de España, la Constitución, la democracia, el Estado de Derecho" y reconozca "la pluralidad de las distintas regiones".

Sí resulta complicado que Podemos entre en un pronunciamiento conjunto, como reconoció su portavoz, Noemí Santana. Defenderán "el derecho a decidir de los pueblos" aunque sí coincidirán en su deseo de la unidad del Estado, pero a través de la "seducción de quienes no se sienten cómodos en él".