La juez Victoria Rosell, cabeza de lista de Podemos al Congreso por Las Palmas, aseguró ayer que siempre ha "estado al lado de la ley, digan lo que digan" y lamentó que en España "investigar la corrupción se paga muy caro".

Así se pronunció Rosell en un acto electoral que Podemos celebró en Málaga en el que la corrupción centró prácticamente todos los discursos, y después de que la Fiscalía haya abierto unas diligencias sobre su actuación en un caso tras una "denuncia anónima" por supuestas faltas disciplinarias de la juez.

Rosell se emocionó durante el acto cuando denunció que "investigar la corrupción se paga caro" y recibió el aplauso de los militantes de Podemos que abarrotaban el Teatro de la Alameda de Málaga, con un aforo de 615 personas, y que le dieron su apoyo con gritos de "sí se puede".

Criticó a un Estado que "no soporta su propio derecho" y contestó a quienes llaman antisistema a los miembros de Podemos: "Antisistema son los que vulneran el Estado social y democrático de Derecho".

Recibió también el apoyo del candidato de Podemos a la presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, que se declaró durante el mitin orgulloso de que vaya a ser su ministra de Justicia.

"Bastó que anunciara que iba a ser mi ministra para que algunos se pusieran muy nerviosos. ¡Que vergüenza!", exclamó Iglesias, tras lo que atribuyó ese nerviosismo a que "saben" que pueden "ganar".

Iglesias advirtió de que van a llegar a La Moncloa con "escobas y fregonas, porque hay que barrer y fregar tanta corrupción y tanta mentira". La lucha contra la corrupción, uno de los compromisos estrella de Podemos, acaparó el acto electoral celebrado por la formación morada en la ciudad andaluza.

Con la banda sonora de la película "Los cazafantasmas" de fondo, Iglesias hizo su entrada en el teatro aclamado con gritos de "Sí se puede" y "Presidente, presidente". El líder de Podemos no se olvidó de que estaba en la ciudad de sonados escándalos de corrupción como la operación Saqueo, Astapa o Malaya, algo en lo que igualmente hizo hincapié el cabeza de lista por Málaga, Alberto Montero, quien añadió el caso de los ERE.

Y "en la ciudad de Celia Villalobos", agregó Iglesias, quien, tras el incidente que protagonizó con la dirigente popular el pasado jueves en el Congreso, ayer se mostró "plenamente disponible para tomar los cafés que hagan falta" con ella, aunque parece que "le molesta que Podemos diga que en su partido hay corrupción".

"Tomamos los cafés que quieras, pero nosotros a los corruptos les vamos a llamar corruptos a la cara", sentenció el secretario general de Podemos, que tiene la impresión de que "en Génova no queda incorrupto ni el brazo de Santa Teresa".

Tras destacar que sólo en Valencia hay más de un centenar de cargos públicos populares imputados, Iglesias criticó que en esta campaña no se esté hablando de España. Puso en evidencia que algunos se empeñen en hablar de pactos, que el PP esté impulsando "una operación Menina para que sea presidenta Soraya apoyada por Albert Rivera" y que el socialista Pedro Sánchez esté preocupado por el número de diputados que saca para que "Susana Díaz no le mueva el sillón".

"Nuestra principal preocupación es hablar de España", aseguró el líder de Podemos tras mostrarse confiado en ganar unas elecciones en las que -insistió- no se está jugando la composición entre partidos, sino la próxima década.