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Entrevista a Victoria Rosell

"Quiero participar en otra forma de hacer política, no entrar en el lodazal de otros"

"Podemos está en una remontada obvia, se nota al ver los nervios de otros", apunta la cabeza de lista de Podemos al Congreso de los Diputados por Las Palmas

"Quiero participar en otra forma de hacer política, no entrar en el lodazal de otros"

¿La Justicia es igual para todos?

En la letra de la Ley sí, pero Alberto Ruiz-Gallardón impuso como ministro de Justicia una ley de tasas que directamente imponía un filtro económico que afectó más a las clases medias. Era un precio por acudir a la Justicia y esto a casi todo el ámbito jurídico, incluido el conservador, le parecía desproporcionado.

Al final se retiraron las tasas.

Por motivos electoralistas y tras la marcha de Ruiz-Gallardón, el nuevo ministro, Rafael Catalá, rectificó, pero sigue dejando fuera a pymes y a ONG. Para reclamar una deuda un pequeño empresario tiene que pagar una tasa para recurrir. Esta medida ha dejado por el camino muchos derechos de personas que no han podido acceder a la Justicia. Ha habido casos en que no se le ha reconocido a los abuelos afectados por las preferentes el derecho a la asistencia jurídica gratuita y han tenido que pagar tasas o no demandar porque les salía dentro de su patrimonio el producto financiero que les habían quitado.

¿Fue muy difícil decidir dejar la carrera judicial para entrar en el ruedo político?

Sí, abandono un lugar donde el debate siempre es ordenado, respetuoso y lo preside la honestidad intelectual. No es porque todos sepamos mucho Derecho, sino porque sabemos que no se hacen trampas. Nadie acude a los medios a intentar ganar un pleito ni a sus influencias porque todo se ventila en ese juicio, llevas toda la prueba a la sala y es un debate civilizado. Todo el mundo me advirtió, más que iba a perder poder adquisitivo, que es evidente, que iba a entrar en un lugar donde había gente que jugaba muy sucio y me iban a ofender.

¿Está preparada para el fango de la política?

Para el fango no, he venido a participar en una nueva manera de hacer política, no a entrar en el lodazal de otros.

¿Qué le animó a dar ese paso?

Era frustrante intentar hacer Justicia con leyes injustas, con instituciones que no funcionan como deberían y, sobre todo, viendo a las personas cada vez más privadas de derechos y garantías, incluso en el propio juzgado. En el juzgado de guardia la gente viene pensando que tenemos soluciones inmediatas para las cuestiones más urgentes y a veces, hasta teniendo razón, los recortes han sido tan brutales que no teníamos alternativas para personas enfermas, toxicómanas, maltratadas o menores en situación de violencia. Eso ha sido duro como para dar un paso al frente y apostar por cambiar las leyes e ir al Congreso, donde se cambian, porque con estas leyes no podemos hacer una buena Justicia.

¿Cómo contactaron con usted?

Fue la gente de Podemos de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo proyecto ya seguía desde las elecciones europeas y las autonómicas. Me estaba volviendo a interesar por la política, algo que le ha pasado a mucha gente de este país. Estaba escuchando con ilusión y con espíritu crítico porque esperaba que no reprodujeran esquemas de vieja política. Fue muy grato descubrir que cuando entraban en las instituciones en Europa se limitaban el sueldo y lo referían al salario mínimo interprofesional. Eso me impresionó porque encierra una ética inédita. Cuando vi hechos y no palabras me gustó. Después, en las elecciones de mayo, vi que Ada Colau en Barcelona y Manuela Carmena en Madrid se ponían a levantar alfombras, no a tapar lo que habían hecho los anteriores partidos. Cuando me propusieron participar en un proyecto con ellos me enseñaron el único sitio por el que habría dado el paso, porque otras veces he tenido otros ofrecimientos y jamás me mereció la pena.

¿Qué partidos le ofrecieron entrar?

Esas cosas no se dicen. Alguna vez me han ofrecido un cargo público dos partidos distintos. Pese a que siempre contacta contigo gente honesta, la estructura del partido te echa muy para atrás. El nivel de la política no es este nivel ético que vi en Podemos.

¿Si es nombrada ministra de Justicia no cobrará más de tres veces el salario mínimo?

No me preocupa, no he hecho el cálculo. Tengo claro que voy a ganar menos que de magistrada de instrucción con guardias de 24 horas. Pero hay otros condicionantes, entre otras cosas por hijos, que se me aplicarían, así como la vivienda y el transporte. Eso sí, sin gastos superfluos ni suntuarios porque hay diputados que han vivido en el Hotel Palace

¿Si es ministra viajará en clase turista?

Sí, por supuesto.

Las encuestas apuntan que el PP será el partido el más votado, mientras que Ciudadanos y PSOE se disputan el segundo puesto y otros dan empate técnico, ¿qué le parece?

Las encuestas a Podemos nunca le son favorables, pero luego las urnas dicen otra cosa. Con las encuestas ni Ada habría sido alcaldesa de Barcelona ni Manuela de Madrid, ni el Gobierno valenciano sería progresista. Hay una parte de cocina en las encuestas que puede pretender invisibilizarnos un poco. Si tratan de invisibilizarte es que algo estás haciendo bien. Por ejemplo, el PP en Canarias centra claramente sus ataques en Podemos, lo cual es contradictorio con que no les preocupemos como adversario político. Percibimos en la gente ilusión y ganas de cambio, de honestidad y de transparencia. Hay personas que se han anclado en el recurso de que Pablo Iglesias no da el perfil de presidente como si esto fuera un casting.

El tirón de Podemos en la encuestas, parece que se recupera.

Sí, claramente está en una remontada y esa remontada es obvia cuando te explicas los nerviosismos y los ataques de otros.

¿En qué se basa su fama de baluarte contra la corrupción?

Más que en los casos que he llevado, que muchos no han sido conocidos, es en las reacciones que han causado. Muchos compañeros de mayor edad me decían: "En este caso no sabemos a quién te has acercado, pero te has acercado mucho". Se suele usar la maniobra de avergonzar socialmente a los jueces en los medios y que el ciudadano al que vas a juzgar al día siguiente en un juicio de vecinos o de tráfico ponga en duda si le ha tocado un buen juez porque le han dicho barbaridades de ti, todas falsas. Eso quema, pero creo que al haber sido objeto de ataques por los malos, por el entorno de los corruptos, la gente piensa que no te has plegado, que has seguido adelante, y que, pese al dolor social y familiar, no has abandonado los casos. La gente reclama honestidad, más que haber sido protagonista de ningún caso especialmente mediático, que no lo fui.

¿Siendo magistrada ha detectado corrupción dentro de la Justicia?

Dentro de la justicia he visto presiones, muchos compañeros lo han reconocido, mientras que otros muchos no. Es evidente que las presiones políticas existen y quien las niegue puede que no las haya recibido porque no haya tenido un caso importante o que no quiera situar esto en el debate ante la ciudadanía. Pero esto no debería llevar a desconfiar de la justicia, sino a confiar en que con más medios materiales e institucionales, como en la Fiscalía General del Estado y el Consejo General del Poder Judicial, podrían tener mucha más confianza en que se les va a tratar como al resto de la ciudadanía y no va a haber interferencias.

¿A usted le han presionado en algún momento? ¿En qué casos?

Sí, creo que todos los que hemos tenido algún caso con tintes políticos hemos recibido presiones, pero no he cedido porque si cedes tienes que colgar la toga.

¿Cómo se puede frenar la excesiva judicialización de la política?

Es tremendo que los políticos usen la justicia en vez del debate político porque se trata de asuntos que, en general, se archivan y son acusaciones electoralistas. La Justicia está saturada de grandes problemas de ahorradores con sus preferentes, de desahucios y de delitos, pero también de demandas bagatelas, que no tienen contenido jurídico pero un buen despacho de abogados la escribe para atacar al adversario político.

Esta campaña ha quedado salpicada por una investigación de la Fiscalía sobre si favoreció al empresario Miguel Ángel Ramírez en una causa por presunto fraude a Hacienda mientras su pareja hacía negocios con él.

Eso es uno de los ejemplos de lo que hablábamos antes. El fiscal jefe [Guillermo García-Panasco] me dijo que nadie sabía de ese asunto, que era reservado, nadie tenía copias y no había nadie personado con abogado. Ni yo lo sabía. El contrato entre ambas partes les había llegado de forma anónima en un sobre. Es difícil y muy duro para una jurista pensar que la Fiscalía pueda prestarse a entrar en campaña electoral con algo que es mirar si después de haber dejado yo el juzgado se firmó un contrato que no podría jamás haber supuesto mi contaminación.

¿Por qué no se inhibió del caso que instruía ligado a Ramírez?

El contrato es entre dos partes, empezaron a negociar diciendo "ella ya no es juez" y cerraron un pacto de contenidos de producción en una radio. Apuesto lo que quiera con quien sea que esto se va a archivar. Hay asuntos mucho más urgentes detenidos en la Fiscalía, incluso a esta fiscal [Evangelina Ríos] se le han prescrito querellas por Hacienda Pública en las que hemos perdido la recuperación de millones de euros por el transcurso de cinco años.

¿Esto ha dañado su imagen en la campaña?

Claro, y es un expediente que no tiene ningún viso de prosperar, no tiene nada ilícito. Todos los fiscales y magistrados con los que he hablado están asombrados por la falta de competencia de la Fiscalía. Creemos que el denunciante, sea un rostro identificable o una persona anónima, lo que pretendía era hacerlo coincidir con la campaña electoral.

Usted sospecha que ese denunciante anónimo es Soria.

Yo no he dicho que Soria sea el denunciante anónimo, sino que está detrás de esta operación para enfangar la campaña, lo está utilizando en mi contra pese a no haber nada. Y es cierto que una de las partes le ha dicho a la otra que le facilitó un copia del contrato.

Retomando la campaña, ¿si Podemos toca poder qué medidas beneficiarán a Canarias?

Nuestra prioridad será cumplir la inversión media del Estado en Canarias. El Gobierno central no ha cumplido la ley por enemistad política y durante cuatro años se han bloqueado las inversiones en las Islas. También tenemos que fijar el estatus de región ultraperiférica en el Estatuto de Autonomía y en la Constitución, no sólo a nivel europeo; y anclar el Régimen Económico y Fiscal en la Constitución, pero con una evaluación real del impacto de sus instrumentos. Queremos fomentar las actuaciones de la Reserva para Inversiones en Canarias para mejorar el empleo y la formación profesional, no sólo para la deducción de impuestos.

¿Para Podemos el REF es un privilegio?

No, obedece a una realidad incontestable de zona ultraperiférica y archipielágica, que requiere una financiación e instrumentos dirigidos a las pymes, sectores emergentes y los sectores agropecuario y pesquero porque no pueden competir en las mismas condiciones.

En España tenemos récord de aforados: políticos, jueces, fiscales? ¿hay que limitarlo?

Sí, Podemos apuesta por suprimir los privilegios procesales que no tienen relación con el ejercicio de tu función, sino con tu persona.

¿Qué es lo primero que cambiaría si se convierte en ministra de Justicia?

Lo primero es derogar el artículo 324 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, denominada Ley Berlusconi o de punto final porque limita los plazos y medios para instruir.

En función de los resultados electorales, si Podemos no toca poder, ¿va a ser una diputada rasa o regresaría a su plaza en el juzgado instrucción 8?

Mi proyecto es estar en el Parlamento, espero que gobernando para poder cambiar las cosas. Si los electores no nos dan la confianza o la mayoría que necesitamos para gobernar, al menos sí llevaré mi aportación a la Comisión de Justicia del Congreso, porque sé lo que hay que cambiar y comparto el diagnóstico con muchos juristas.

Una vez termine su paso por la política, ¿cree que lo mejor es no regresar de forma inmediata a su plaza como juez para descontaminarse?

Eso está regulado en la Ley Orgánica del Poder Judicial de manera bastante exigente. Cumpliré lo que dice la ley a rajatabla y, si algún ciudadano, alguna parte procesal en alguno de los casos cree que está comprometida mi independencia me abstendré sin necesidad de que me recuse porque la independencia judicial no es un privilegio de los jueces, sino un derecho de la ciudadanía.

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